Los hechos de marzo de 1873, asedio y caida de Ripoll, segun la prensa de la época VII

En uso de nuestros derechos indescriptibles ilegislables, mientras Los DESCAMISADOS declaran siguen la guerra a Dios, a la familia y a la propiedad, guardándose La Discusión de decirles ni siquiera que comprometen a la República, tomamos de los periódicos liberales, las siguientes

NOTICIAS CARLISTAS.
CATALUÑA.
Por de pronto véanse los siguientes interesantísimos detalles sobre la toma de Ripoll, que un oficial de Savalls dirige a un periódico de Barcelona.
“Ripoll 22.
Querido amigo D. Nicolás: Después de tomar un café, saboreando un veguero de tres cuartos en compañía de varios oficiales, tomo la pluma para comunicarle la grata noticia que en este mismo momento rompe el fuego nuestra artillería distinguiéndose por sus certeros tiros el cañón Alfonso, que bate el fuerte llamado cuartel, defendido por unos 120 carabineros.
Nuestros Voluntarios se baten como nunca.
Los enemigos no saben hacer otra cosa que admirarlos.
Se han rendido ya los de la iglesia y no tardarán en hacerlo los demás.
Nos dicen que doña María de las Nieves no consiente que nadie sirva a los heridos, siendo sola la que les proporciona cuanto piden.
Los Voluntarios la victorean calurosamente. No tengo más tiempo. Su amigo,— Joaquin Martín.-”

TRES VICTORIAS.

Amigo D. Nicolás: Escribía V. desde el café de Ripoll, y vuelvo hacerlo desde este punto para darle cuenta de las tres victorias a1canzadas por nuestros bravos Voluntarios.—Unos 600 hombres, al mando de S. A. Don Alfonso, nos dirigimos a Ripoll con intención de dar el asalto.—Tomamos posiciones, y esperamos la llegada de SS. AA. para atacar. – A las doce del día 21 se recibió la orden , y después de algunos disparos, mandó el general de artillería, don Francisco Savalls, cargar a la bayoneta sobre la fuerza que había en el puente de entrada del pueblo.—El enemigo no resistió la carga , y se encerró precipitadamente en los fuertes.—Dueños nosotros del resto de la población, colocada la artillería en los puntos convenientes, consiguieron rendir a discreción a los fortificados en la iglesia, defendiéndose los del cuartel y una casa hasta el día siguiente, hora dos de la tarde, en que también, a discreción, se vieron obligados a rendirse.—Nos apoderamos de unos 300 fusiles Remington, 14 cargas de municiones y otros pertrechos de guerra, y nos retiramos, porqué una columna venia en su auxilio.—Esta es la primera victoria.
Tan pronto como pusimos los prisioneros fuera del alcance del enemigo, tomamos posiciones para esperar la columna, la que no se hizo esperar. Se rompió el fuego, y a las cinco de la tarde encerraron en Ripoll, de donde no creo que vuelva a salir.—Esta es la segunda victoria.
La tercera la consiguió pundonoroso y valiente Galcerán, batiendo a otra columna , que encerró en Vich, no sin haberla dispersado y cogido una compañía entera.—Tenemos que lamentar, del ataque de Ripoll, dos muertos y muchos heridos, de la segunda acción un muerto y cinco heridos, y de la de Galcerán, o sea la tercera, no sé otra cosa que la sensible herida del jefe Galcerán.
El consejo de guerra condenó muerte a 10 carabineros por habernos hecho una traición. Después de poner bandera blanca en señal de parlamento, cuando se aproximaban los nuestros para hablar, les hicieron una descarga, matando e hiriendo a dos. A los demás los guardamos con todas las consideraciones en número 140 hombres. Según la conducta del enemigo obraremos.
No tengo, más tiempo afectísimo amigo, Joaquín Martin.
P.D. Doña María de las Nieves curando heridos durante el asalto de Ripoll. Yo le vi servirles las medicinas y escuché las palabras cariñosas y consoladoras que les prodigaba. Después de habitación en habitación recorría continuamente por si alguno se quejaba. Los Voluntarios la victorean.
En el ataque el enemigo y los nuestros han hecho heroicidades que admiran.
De Berga no hay más pormenores que los que dimos ayer en el Suplemento.
Sobre la acción de la Gleva, que recordará siempre a todos los buenos con la mayor aflicción la muerte de Galcerán, nos parece que no pueden decir más las dos cartas que insertamos del Diario de Barcelona.

MOYÁ 27 de Marzo.
Volvemos estar visitados por los carlistas.
Ayer, a las cuatro de la tarde, llegó Guiu con su partida, fuerte de unos 200 hombres, entre los que figura gente nueva de la que se les va incorporando diariamente. En cambio se echan a faltar en ella algunos de los primitivos que han pasado a los Guías de D. Alfonso. Vienen muy satisfechos de la acción de la Gleva, cuya victoria se atribuyen.
También ha venido el recaudador de contribuciones para exigir un nuevo trimestre de…… que se ha llevado unos 40 duros.

VICH 26 de Marzo
Un grande acontecimiento acaba de tener lugar en el teatro de la guerra. Galcerán ha muerto de resultas de la reacción sobrevenida a la herida que recibió en la parte inferior del muslo y que le subió, por estar sentado en la silla del caballo, hasta el bajo vientre, interesándole alguna entraña principal. Los carlistas han perdido un buen jefe, pues todos los oficiales que le vieron en la acción del 23 hicieron los mayores elogios de su pericia militar. El distrito del Llusanés ha perdido un amigo, porque amaba aquel país y le defendía contra las exacciones inmotivadas de otras partidas, y los liberales se han librado de un enemigo temible. Sus restos descansan en San Quirze de Besora, siendo su entierro la causa, según se dice, de que los artilleros de Conanglell hayan podido retirarse esta mañana con toda tranquilidad aquí abandonando un establecimiento que no les ofrecía bastante seguridad.
La batalla del domingo, aunque no tan mortífera, como decía el telegrama publicado por V., es ante todo muy importante por la muerte del jefe que la dirigía, siendo quizás el único o uno de los muy pocos fallecidos carlistas, pues el herido que está aquí vive aún, a pesar de que me habían asegurado que había muerto.
Según se dice, jugaron en la acción ocho cañones, seis salidos de aqui y dos de Conanglell; merced a esto la tropa no sufrió una derrota más o menos fuerte, como de seguro hubiera sucedido, por el desorden con que obraba por falta de oficiales, según ellos mismos confiesan con una ingenuidad que les honra.
Sin añadir ni quitar coma, voy a continuar algún dato que acaban de comunicarme, procedente de un hombre que acaba de llegar de Ripoll. Es el que habla.
Las bajas de los carlistas en la acción de Viñolas fue de 19 hombres, 2 muertos (ahora 3) y 13 heridos. De tropa hay muchos muertos, algunos heridos y pocos prisioneros; a no ser la artillería, que trabajó denodadamente, y el refuerzo de Conanglell, la tropa hubiera quedado muy maltratada por la confusión que reinaba en la misma por la falta de jefes y el orden con que pelearon los carlistas. Galcerán fue encontrado muerto ayer a las seis de la mañana, cuando pensaban que descansaba, sin recibir los sacramentos; pero lo había verificado el domingo con muchos individuos de su partida antes de empezar la acción. Mañana se celebrarán los funerales en Prats, donde concurrirán unos 3.000 carlistas, incluso D. Alfonso, quien ha sentido su muerte.
Larramendi se encargará del mando de su partida. Las bajas de los carlistas en Ripoll han sido de 19; no es cierto que sea muerto el hijo de Barrancot: el que murió a consecuencia de la descarga dada por la guarnición de San Eudaldo, después de sacada la bandera blanca, que un francés zuavo, persona muy valiente y estimada entre los suyos. Los carabineros fusilados por aquel acto son 10. En San Eudaldo han sufrido mucho por las llamas el órgano y el altar mayor; entre los carabineros había una mujer.
Las tropas de Savalls recogían los fusiles Remington cambiándolos por los suyos; además de un centenar de aquellos cogieron 200 más y muchas municiones.
De otro hecho de importancia nos da noticia las siguientes líneas de La Imprenta, archirepublicana de Barcelona:
«Anteayer se recibió en esta ciudad un parte de Vich anunciando que la escasísima guarnición de artilleros de Conanglell se hallaba en graves apuros a causa de hallarse circunvalada de todas las facciones de la provincia de Gerona en número de 3.000 hombres. Ayer se recibió otro telegrama manifestando que la situación de Conanglell había empeorado a causa de no haber llegado refuerzos. A consecuencia de esto, a las primeras horas de la tarde de ayer salió una fuerte columna en dirección a Vich. Ojalá que pueda llegar a tiempo. Conviene hacer constar que de Conanglell se retiró ya tiempo atrás el ganado de la remonta y todo el material, de manera que la presencia de unos cuantos artilleros aislados en Conanglell, en donde eran completamente innecesarios, sólo se explica por el desbarajuste que hace algún tiempo reina en las operaciones militares. Por esté motivo sería mucho más lamentable la rendición del punto de Conanglell, que algunos suponían anoche realizada ya».

Article de “La Esperanza” 31-03-1873

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