DEL HOSTAL DE LA CORDA A NIZA. EL FINAL DE LA TERCERA GUERRA CARLISTA IV

El Siglo Futuro 27/09/1875
De una carta de Barcelona que publica El Imperial de ayer, tomamos ló siguiente:
«Lejos de confirmarse por ahora la noticia de la entrada de Savalls en Francia, se reciben cada dia avisos que no dejan ninguna clase de duda sobre su permanencia en Cataluña. Desde Ripoll, el dia 24 se dirigió á Alpens con su escolta, que la forman 200 hombres entre mozos de la escuadra y guías. En Alpens (Gerona) se celebraba aquel día la fiesta mayor, y Savalls que, como Vds. saben, cuenta entre sus timbres el marquesado de aquel pueblo, tomó parte en los bailes públicos que se daban en la plaza. No sé si prolongará mucho su permanencia en Cataluña, pues desde hace tres días cunde entre los suyos el rumor de que ha sido llamado por D. Carlos. Podría suceder que efectivamente existiese tal llamamiento; pero también podría ser que no fuese más que un ardid para escurrir el bulto. Sus fuerzas andan distribuidas en grupos de 3 á 400 hombres al mando de Huguet uno, al de Socas otro; Xich de Sallent lleva otro grupo y Lluiset, un batallón.
Se están fortificando los puebles de San Pol y Arenys de Munt, situados sobre la línea del ferro-carril de Gerona, y el de Martorell, que lo está sobre la de Tarragona. Esto por ahora, pues dentro de pocos días quedarán también fortificados Calaf, Solsona, Suría y otros puntos estratégicos de la montaña. Además ha pedido el general 4,000 fusiles al Gobierno para armar con ellos á las poblaciones que quieran defenderse. »

El Siglo Futuro 27/09/1875
Dice El Diario Español:
«Se confirma la noticia de que Savalls no ha querido entregar en el última canje los jefes y oficiales de nuestro ejército que tenia en su poder.»
El Globo 30/09/1875
Hablase de una carta que se supone ha dirigido Savalls al general Martínez Campos, diciéndole, entre otras cosas, que conservaría en rehenes ciertos prisioneros para canjearlos por Lizárraga y el obispo de Urgel, pues deseaba que éste volviera á ejercer el cargo de vicario general castrense del ejército de D. Carlos. No sabemos si la carta es auténtica.
La Iberia 30/09/1875
La guarnición de Igualada, en una salida que hizo la noche del 24, sorprendió y dio muerte en Santa Coloma de Queralt al titulado comandante militar de este pueblo y á un individuo que le acompañaba. Se le ocuparon unas 700 pesetas.
También el teniente coronel señor Camprubi logró sorprender y capturar en Santa Coloma de Farnés al secretario de Savalls.
Una parte de las fuerzas del ejército que se hallaban en Ripoll se apoderaron el 24 de siete carlistas en una salida que hicieron.
Savalls se hallaba en Vidrá á la fecha de las últimas noticias.

El Siglo Futuro 02/10/1875
Dice El Imparcial:
«Se asegura que el cabecilla Savalls ha dirigido últimamente una circular a los comités carlistas de Cataluña participándoles su resolución de continuar la campaña mientras tenga 20 hombres que le obedezcan; añadiendo que castigará con la pena de muerte á todos aquellos que habiendo pertenecido á la causa del Pretendiente, se separen ó se manifiesten tibios con ella. También amenaza con el saqueo é incendio á los que no contribuyan con los recursos necesarios que se les reclamen para el sostenimiento de los insurrectos.”
El Siglo Futuro 04/10/1875
Leemos en La Época:
«Las noticias de Barcelona que las Agencias nos trasmiten insisten más y más en la retirada de Savalls. Hé aquí otro despacho que sobre el mismo asunto nos remite la Americana:
«BARCELONA. 3.- Savalls se hallaba ayer en Camprodon, donde encargó le hicieran volando un traje de paisano.
Se cree que se retira definitivamente.
Gamundi y Castells abandonan la provincia de Gerona, corriéndose á las de Barcelona y Lérida.
Martinez Campos en Gerona.
El general Blanco se encargó de seis brigadas en Lérida. Dedícase á impedir la organización de los carlistas.»
La Política dice:
«Siendo ya cosa averiguada que Savalls no ha puesto los pies en Francia, convendría se averiguase de dónde han procedido los infirmes que hicieron publicar en la Gaceta la noticia de ese suceso. Si fueron trasmitidos por los cónsules españoles, debe saberse en que se fundaban. Posible es que se dejasen guiar por telegramas de la frontera, publicados por ciertos periódicos franceses; pero en este caso debieren hacer en sus despachos referencia del origen de la noticia. ‘La verdad es que en asuntos tan serios no ha de tolerarse impremeditación alguna.»

Hemeroteca BNE

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