Madrid y los prisioneros carlistas

La Presa de El Pontón de la Oliva” ( Canal de Isabel II, Madrid. Inicio 1851)

Fue una obra muy costosa por las dificultades orográficas del terreno y por la precariedad técnica de la época. Se emplearon presidiarios, presos carlistas en su mayoría, para trabajar en el tajo, en los talleres para fabricar útiles y herramientas, en las canteras próximas de donde extraían la piedra, para labrar los sillares, horadar y excavar en la roca, etc. Para todo ello, se organizaron dos auténticos ejércitos, uno de trabajadores y otro de soldados a su cuidado. Las lluvias torrenciales, las epidemias, los accidentes, las durísimas condiciones de trabajo, agravaron el serio problema de la escasez de mano de obra que afectaba en general a este tipo de construcciones, llegando a paralizarse los trabajos en varias ocasiones.

Más que agua y piedra ( Paloma Candela Soto)

La experiencia, al comienzo de las obras, en la realización de grandes obras públicas era realmente escasa. La falta de mano de obra especializada era una tónica habitual, y se decidió realizar las obras más costosas con presidiarios (empleando en ello cerca de dos millares) que en su gran mayoría eran carlistas. Dichos presidiarios eran vigilados por soldados. Las dificultades existentes eran debidas en parte a diversos factores como: la escasa comunicación entre los diversos frentes de obra (a caballo se tardaba a veces cinco horas), la dificultad para transportar materiales….

Wikipedia

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