Superioridad

Reproducimos un articulo aparecido en “La Correspondencia de España” con fecha de marzo de 1896. Su título ya lo dice todo:

UN RECUERDO HISTÓRICO

Durante la anterior insurrección cubana, y cuando esta se hallaba en su apogeo, ocurrió con los Estallos Unidos un incidente muy digno de recordarse.
Era ministro de Estado interino, D. Manuel Becerra, por haber salido á tomar aguas el que lo era en propiedad, D. Manuel Silvela.
El ministro de los Estados Unidos señor Sickles, presentó en el ministerio de Estado una nota en la que se decía que, «si España no abolía en un plazo determinado la esclavitud en Cuba, el gobierno de Washigton reconocería la beligerancia de los insurrectos cubanos.»
La nota era algo escueta.
El Sr. Becerra contestó inmediatamente al Sr. Sickles diciéndole:
«El ministro de Estado de España es más abolicionista que el gobierno de los Estados Unidos, pero el gobierno español no admite imposiciones de nadie, y abolirá la esclavitud en Cuba cuando lo crea oportuno y conveniente.
»En consecuencia le doy á usted veinticuatro horas de término para retirar la nota presentada, bien entendido que, si pasado ese plazo no la ha retirado, se le darán los pasaportes, y España declarará la guerra á los Estados Unidos.»
Inmediatamente el Sr. Becerra pidió que se celebrará Consejo de ministros, y ante él propuso que, para el caso de que el señor Sickles no retirase la nota que ofendía á España, el gobierno debía ordenar enseguida se dirigiese la escuadra española á bombardear los puertos de la Unión.
«De aquí á dos meses—añadió el señor Becerra—no sé lo que sucederá; si este caso llega ya veremos lo que hemos de hacer; pero en ese plazo tenemos tiempo para arruinar el comercio de los Estados Unidos, y estoy seguro de que, antes que eso suceda, el gobierno de Washington pedirá la paz.»
El Sr. Topete (ministro de Marina) dijo: «No tengo más que una condición que poner á lo propuesto, y es; que yo he de mandar la escuadra.»
«—Y yo pido ir en ella—replico el señor Becerra,—pues no me parece honrado proponer que otros corran riesgos, sin participar de ellos el que los propone.»
No hubo necesidad de nada de esto: el señor Sickles retiró la nota antes de las veinticuatro horas.

Vicealmirante Topete, fotografía de la BNE

Reproducimos un fragmenot del articulo de la “La Ilustracion Española y Americana” del 22 de agosto de 1898:

CRÓNICA GENERAL.

Cuando escribíamos la última Crónica, no nos constaba que el protocolo de Wasington estuviera firmado: hoy es ya un documento viejo para los lectores. Suscrito, por poder del Gobierno de España, por Mr. Jules Cambon, embajador de Francia, y Mr. William R. Day, el 12 de Agosto último, establece la renuncia de España á sus derechos de soberanía sobre Cuba, la cesión á los Estados Unidos de Puerto Rico y cuantas islas posee actualmente España en las Indias Occidentales,
así como una en el archipiélago de Los Ladrones, á escoger por la nación norteamericana, y la condición obscura que copiamos textualmente:
“Art. 3.º Los Estados Unidos ocuparán y conservarán la ciudad, la bahía y el puerto de Manila en espera de la conclusión de un tratado de paz que deberá determinar la intervención (controle), la disposición y el Gobierno de los Estados Unidos.”
Está convenida además la evacuación inmediata de Cuba y Puerto Rico por las fuerzas españolas, según acuerden las comisiones mixtas que se reunirán en la Habana y San Juan de Puerco Rico, y la reunión en París el 1.º de Octubre de otra comisión de ambos Gobiernos contratantes para acordar el tratado de paz, que será ratificado en cada país según sus formas constitucionales.
En Washington fué festejada con luminarias la firma del protocolo: en Madrid sólo procedía que hubiéramos apagado todos los faroles; pero no ha sido necesario: el protocolo nos dejó á obscuras …”

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