Ripoll entre la República y el carlismo

Acta del veinticinco de Febrero de 1873

…..proclamos oficialmente la República.
…se diera lectura de los Boletines y demás ordenes emanadas de la superioridad y habiendo quedado enterados los señores concejales de todo cuanto en ellas se refiere…..

Acta 13 setiembre de 1873

….manifestó a la corporación haberse recibido un oficio del coronel Sr. Galart prohibiendo terminantemente a este Ayuntamiento el relacionarse de oficio con el Gobierno de la República, así como acatar u obedecer orden alguna emanada del mencionado gobierno por cuya circunstancia esta Corporación municipal quedó en obedecer las prescripciones impuestas por el Gefe Sr. Galart, y no habiendo otro asunto que tratar…….

Acta 20 diciembre 1873

…haber recibido una comunicación del Sr. Comandante militar de esta villa de fecha 18 del presente mes en que se decía se procediera a renovar el Ayuntamiento procediéndose desde luego a las elecciones conforme en un todo a la ley electoral municipal de 1866, no haciendo en modo alguno, no de la ley electoral de 1870 que habla de las elecciones por medio de sufragio universal y toda vez, dice la comunicación que la actual corporación ha servido el bienio que le corresponde………..

La próxima acta lleva por fecha el 12 de enero de 1875. A pesar de que el acta del 30 de junio aún menciona al Comandante militar de la ciudad. Por eso todas las actas municipales llevan el sello del Ayuntamiento Constitucional.
El factotum de Savalls en la villa durante el periodo de dominio carlista fue José Casetti (Don Pepe).

Imagen de un militar  carlista de la época.

Wikimedia Commons

Acta 4 abril de 1877

………………..en la cual se ordena proceder a la formación de un padrón de personas que vienen obligados………………las convulsiones políticas por las que ha atravesado la Nación y en especial esta villa que ha sufrido por espacio de mas de cuatro años la opresión carlista bajo cuyo regimen era absolutamente imposible el planteamiento

Vuelta  a la normalidad:

Acta del 10 de Mayo de 1877

…………se encontró asediado por infinidad de acreedores a las pasadas Administraciones hallando al propio tiempo la caja Municipal exhausta de fondos y todo en completo estado de desorganización….

Acta 6 setembre 1877

………….a los individuos de la Corporación Municipal el lamentable estado de deterioro en que se encuentran algunos portales de la fortificación de esta villa y en especial los que conducen a los martinetes de la F Palau y el que ocupa la vía de Arrabal de Barcelona situado en el extremo del puente de madera sobre el Freser lo cual después de haber merecido una larga y detenida discusión se acordó por este Ayuntamiento se inspeccionara con detención el estado mismo de los mismos y proceder a su demolición antes de que diera lugar sensibles desgracias cuyo anatema caería de lleno sobre las que administran la problemática toda vez que estaba en su mano el evitarlo, empero no se efectúe semejante disposición sin el previo permiso de la autoridad militar de esta villa representante del Gobierno de S.M. de estas obras de fortificación.

Acta 8 de noviembre 1877

………..pidiendo se le conceda permiso para cubrir el pequeño acueducto que existe detrás dels Valls en todo el perímetro de su casa y este Ayuntamiento en vista de la mencionada pretensión y después de un detenido examen acordó que el ….…. efectúe las mencionadas obras……

Acta ….. 1879

…..presenta la necesidad y la conveniencia que habría de legalizar consignando en actas y participandolo al Sr Gobernador de la provincia la apertura de l acalle que tuvo lugar en esta villa desde la calle de San Pedro a la carretera de Ribas, hecho que tuvo lugar en la época que esta villa estaba dominada por las fuerzas carlistas sin mas autoridad que su comandante militar y un ayuntamiento nombrado por el cabecilla Savalls y hecho cargo el ayuntamiento de la proposición hecha por el mencionado Teniente de Alcalde quiera declarar la obra aunque ilegal de utilidad reconocida por los intereses de esta villa con tanto mas motivo, en cuanto los propietarios a que se les ocupó terreno para la construcción de la calle no solo nada absolutamente reclamaron, sino que están satisfechos de la obra, y como para llevarse a efecto…………………tuvo que ocuparse y destruirse una casita propiedad del municipio quedando existente una pequeña porción de ella en estado de eminente ruina, la Corporación acuerda también se solicite la destrucción de la parte existente y …………..

Actas Arxiu Comarcal del Ripollès

 

 

Francesc savalls y el urbanismo

Se cuenta que estando un día Savalls en la pared del huerto de casa Budallés, viendo la carretera de Ribes justo a mano, juró que sus tropas no harían aquel gran rodeo para ir de la carretera al Corral. A continuación envió a buscar al alcalde, mandándole, bajo pena de pasarlo por las armas sí no cumplía, que hiciera derribar inmediatamente la casa de la Colecta y procurase la apertura completa del Ramal. Al día siguiente ya se derribaba la casa .
Para este negocio, Savalls no podía contar aquí con persona más adecuada que el comandante militar de la Villa, el famoso Don José Cossetti, más conocido por Don Pepe, o Pepe, como le llamaban sus amigos. Este personaje, italiano de nación, era muy aficionado a la policía urbana. Mandaba rebozar las fachadas nuevas, repintar las viejas, cerrar sitiales y otras mil cosas de incumbencia de la autoridad civil que él se otorgaba por completo.
A la vista tenemos una copia del oficio fechado a 20 de mayo de 1874 y dirigido al Párroco, mandándole «en uso de las facultadas que me están conferidas por el Exmo. Sr. Marqués de Alpens que no se oponga de ninguna manera a la apertura del Ramal, que debía atravesar la huerta de la rectoría; la contestación del Párroco, diciendo que no pondría ningún obstáculo y pidiendo la debida indemnización, y la contestación de Pepe manifestando que lo encuentra bien y que ya lo comunicara al Sr. Marqués de Alpens (Savalls).
En sesión 7 de agosto de 1879, el teniente de alcalde Josep Raguer, hace presente la conveniencia de legalizar la situación, consignándose en acta y participando al Gobernador Civil la apertura de la calle, hecha por la Autoridad militar carlista, pidiendole, demás, el poder enajenar las pequeñas parcelas que habían quedado.
De esta calle la gente decía, y dice todavía la mayoría, el Ramal, por ser un ramal de la carretera de Ribes, hoy primer trozo de la de Ripoll a San Juan. El rótulo llevaba también, Calle del Ramal.

Scriptorium nºII, Febrero de 1923

Los hechos de marzo de 1873, asedio y caída de Ripoll, daños colaterales

En 1873, durante la tercera guerra carlista, la iglesia de San Eudaldo, donde había siete u ocho carabineros parapetados, fue atacada e incendiada, causando la desaparición de la virgen que habían bajado del Catllar. También desapareció el primer altar a mano izquierda, dedicado a San Cristóbal.

L’església de Santa Maria del Catllar. Ripoll.
Jordi Colomer i Salomó
Col·lecció redescobrir el patrimoni, nº1

Los hechos de marzo de 1873, asedio y caida de Ripoll, segun la prensa de la época VII

En uso de nuestros derechos indescriptibles ilegislables, mientras Los DESCAMISADOS declaran siguen la guerra a Dios, a la familia y a la propiedad, guardándose La Discusión de decirles ni siquiera que comprometen a la República, tomamos de los periódicos liberales, las siguientes

NOTICIAS CARLISTAS.
CATALUÑA.
Por de pronto véanse los siguientes interesantísimos detalles sobre la toma de Ripoll, que un oficial de Savalls dirige a un periódico de Barcelona.
“Ripoll 22.
Querido amigo D. Nicolás: Después de tomar un café, saboreando un veguero de tres cuartos en compañía de varios oficiales, tomo la pluma para comunicarle la grata noticia que en este mismo momento rompe el fuego nuestra artillería distinguiéndose por sus certeros tiros el cañón Alfonso, que bate el fuerte llamado cuartel, defendido por unos 120 carabineros.
Nuestros Voluntarios se baten como nunca.
Los enemigos no saben hacer otra cosa que admirarlos.
Se han rendido ya los de la iglesia y no tardarán en hacerlo los demás.
Nos dicen que doña María de las Nieves no consiente que nadie sirva a los heridos, siendo sola la que les proporciona cuanto piden.
Los Voluntarios la victorean calurosamente. No tengo más tiempo. Su amigo,— Joaquin Martín.-”

TRES VICTORIAS.

Amigo D. Nicolás: Escribía V. desde el café de Ripoll, y vuelvo hacerlo desde este punto para darle cuenta de las tres victorias a1canzadas por nuestros bravos Voluntarios.—Unos 600 hombres, al mando de S. A. Don Alfonso, nos dirigimos a Ripoll con intención de dar el asalto.—Tomamos posiciones, y esperamos la llegada de SS. AA. para atacar. – A las doce del día 21 se recibió la orden , y después de algunos disparos, mandó el general de artillería, don Francisco Savalls, cargar a la bayoneta sobre la fuerza que había en el puente de entrada del pueblo.—El enemigo no resistió la carga , y se encerró precipitadamente en los fuertes.—Dueños nosotros del resto de la población, colocada la artillería en los puntos convenientes, consiguieron rendir a discreción a los fortificados en la iglesia, defendiéndose los del cuartel y una casa hasta el día siguiente, hora dos de la tarde, en que también, a discreción, se vieron obligados a rendirse.—Nos apoderamos de unos 300 fusiles Remington, 14 cargas de municiones y otros pertrechos de guerra, y nos retiramos, porqué una columna venia en su auxilio.—Esta es la primera victoria.
Tan pronto como pusimos los prisioneros fuera del alcance del enemigo, tomamos posiciones para esperar la columna, la que no se hizo esperar. Se rompió el fuego, y a las cinco de la tarde encerraron en Ripoll, de donde no creo que vuelva a salir.—Esta es la segunda victoria.
La tercera la consiguió pundonoroso y valiente Galcerán, batiendo a otra columna , que encerró en Vich, no sin haberla dispersado y cogido una compañía entera.—Tenemos que lamentar, del ataque de Ripoll, dos muertos y muchos heridos, de la segunda acción un muerto y cinco heridos, y de la de Galcerán, o sea la tercera, no sé otra cosa que la sensible herida del jefe Galcerán.
El consejo de guerra condenó muerte a 10 carabineros por habernos hecho una traición. Después de poner bandera blanca en señal de parlamento, cuando se aproximaban los nuestros para hablar, les hicieron una descarga, matando e hiriendo a dos. A los demás los guardamos con todas las consideraciones en número 140 hombres. Según la conducta del enemigo obraremos.
No tengo, más tiempo afectísimo amigo, Joaquín Martin.
P.D. Doña María de las Nieves curando heridos durante el asalto de Ripoll. Yo le vi servirles las medicinas y escuché las palabras cariñosas y consoladoras que les prodigaba. Después de habitación en habitación recorría continuamente por si alguno se quejaba. Los Voluntarios la victorean.
En el ataque el enemigo y los nuestros han hecho heroicidades que admiran.
De Berga no hay más pormenores que los que dimos ayer en el Suplemento.
Sobre la acción de la Gleva, que recordará siempre a todos los buenos con la mayor aflicción la muerte de Galcerán, nos parece que no pueden decir más las dos cartas que insertamos del Diario de Barcelona.

MOYÁ 27 de Marzo.
Volvemos estar visitados por los carlistas.
Ayer, a las cuatro de la tarde, llegó Guiu con su partida, fuerte de unos 200 hombres, entre los que figura gente nueva de la que se les va incorporando diariamente. En cambio se echan a faltar en ella algunos de los primitivos que han pasado a los Guías de D. Alfonso. Vienen muy satisfechos de la acción de la Gleva, cuya victoria se atribuyen.
También ha venido el recaudador de contribuciones para exigir un nuevo trimestre de…… que se ha llevado unos 40 duros.

VICH 26 de Marzo
Un grande acontecimiento acaba de tener lugar en el teatro de la guerra. Galcerán ha muerto de resultas de la reacción sobrevenida a la herida que recibió en la parte inferior del muslo y que le subió, por estar sentado en la silla del caballo, hasta el bajo vientre, interesándole alguna entraña principal. Los carlistas han perdido un buen jefe, pues todos los oficiales que le vieron en la acción del 23 hicieron los mayores elogios de su pericia militar. El distrito del Llusanés ha perdido un amigo, porque amaba aquel país y le defendía contra las exacciones inmotivadas de otras partidas, y los liberales se han librado de un enemigo temible. Sus restos descansan en San Quirze de Besora, siendo su entierro la causa, según se dice, de que los artilleros de Conanglell hayan podido retirarse esta mañana con toda tranquilidad aquí abandonando un establecimiento que no les ofrecía bastante seguridad.
La batalla del domingo, aunque no tan mortífera, como decía el telegrama publicado por V., es ante todo muy importante por la muerte del jefe que la dirigía, siendo quizás el único o uno de los muy pocos fallecidos carlistas, pues el herido que está aquí vive aún, a pesar de que me habían asegurado que había muerto.
Según se dice, jugaron en la acción ocho cañones, seis salidos de aqui y dos de Conanglell; merced a esto la tropa no sufrió una derrota más o menos fuerte, como de seguro hubiera sucedido, por el desorden con que obraba por falta de oficiales, según ellos mismos confiesan con una ingenuidad que les honra.
Sin añadir ni quitar coma, voy a continuar algún dato que acaban de comunicarme, procedente de un hombre que acaba de llegar de Ripoll. Es el que habla.
Las bajas de los carlistas en la acción de Viñolas fue de 19 hombres, 2 muertos (ahora 3) y 13 heridos. De tropa hay muchos muertos, algunos heridos y pocos prisioneros; a no ser la artillería, que trabajó denodadamente, y el refuerzo de Conanglell, la tropa hubiera quedado muy maltratada por la confusión que reinaba en la misma por la falta de jefes y el orden con que pelearon los carlistas. Galcerán fue encontrado muerto ayer a las seis de la mañana, cuando pensaban que descansaba, sin recibir los sacramentos; pero lo había verificado el domingo con muchos individuos de su partida antes de empezar la acción. Mañana se celebrarán los funerales en Prats, donde concurrirán unos 3.000 carlistas, incluso D. Alfonso, quien ha sentido su muerte.
Larramendi se encargará del mando de su partida. Las bajas de los carlistas en Ripoll han sido de 19; no es cierto que sea muerto el hijo de Barrancot: el que murió a consecuencia de la descarga dada por la guarnición de San Eudaldo, después de sacada la bandera blanca, que un francés zuavo, persona muy valiente y estimada entre los suyos. Los carabineros fusilados por aquel acto son 10. En San Eudaldo han sufrido mucho por las llamas el órgano y el altar mayor; entre los carabineros había una mujer.
Las tropas de Savalls recogían los fusiles Remington cambiándolos por los suyos; además de un centenar de aquellos cogieron 200 más y muchas municiones.
De otro hecho de importancia nos da noticia las siguientes líneas de La Imprenta, archirepublicana de Barcelona:
«Anteayer se recibió en esta ciudad un parte de Vich anunciando que la escasísima guarnición de artilleros de Conanglell se hallaba en graves apuros a causa de hallarse circunvalada de todas las facciones de la provincia de Gerona en número de 3.000 hombres. Ayer se recibió otro telegrama manifestando que la situación de Conanglell había empeorado a causa de no haber llegado refuerzos. A consecuencia de esto, a las primeras horas de la tarde de ayer salió una fuerte columna en dirección a Vich. Ojalá que pueda llegar a tiempo. Conviene hacer constar que de Conanglell se retiró ya tiempo atrás el ganado de la remonta y todo el material, de manera que la presencia de unos cuantos artilleros aislados en Conanglell, en donde eran completamente innecesarios, sólo se explica por el desbarajuste que hace algún tiempo reina en las operaciones militares. Por esté motivo sería mucho más lamentable la rendición del punto de Conanglell, que algunos suponían anoche realizada ya».

Article de “La Esperanza” 31-03-1873

Los hechos de marzo de 1873, asedio y caida de Ripoll, segun la prensa de la época VI

Madrid 25 de marzo

Escasa son las noticias que puedo hoy comunicar a ustedes, por que indudablemente, desde que los gorras de pelo abandonaron el Congreso, la nación está que ni una balsa de aceite, y sin la cuestión carlista que preocupa grandemente al gobierno y a todos los buenos republicanos, podría decirse que ha mejorado el estado del país; mas es imposible negar que la noticia del ataque a Ripoll y los horribles asesinatos cometidos por el bárbaro Savalls, han impresionado dolorosamente a toda la población, porque revela la audacia de las fuerzas carlistas, adquirida por causa del estado de abandono por que la nación pasó a causa de la debilidad del gobierno, producida por el estado de la Asamblea y las continuas algaradas de los radicales.
Todo el que tiene conocimiento del estado de Cataluña, sabe que las piezas de artillería con las que se han presentado delante de Ripoll los carlistas, pasaron por la frontera francesa, cerca del pueblo de Terrades antes de la proclamación de la República, producto del abandono en que ha tenido los negocios de España don Salustiano Olózaga, ocupado solo en hacer calendarios sobre la República Federal, trasmitirlos telegráficamente al gobierno, y estar al corriente de las novedades culinarias con que enriquece su repertorio de los grandes cocineros europeos.

Articulo “La Independencia” 27-03-1873

Los hechos de marzo de 1873, asedio y caida de Ripoll, segun la prensa de la época V

SUCESOS CARLISTAS
De uno de nuestros corresponsales, oficial en una de las columnas de operaciones, recibimos la siguiente carta:
Ripoll 23 de marzo
Os voy a describir a grandes rasgos la acción dada por esta columna a Savalls y comparsa.
Sabedor el brigadier Martínez de los Campos que las facciones de esta provincia, reunidas a mando de los cabecillas Savalls, Barrancot, Torres y otros, se hallaban en esta desde las dos de la tarde del día 22 atacando a la escasa fuerza que en ella había y que al cabo hubo que rendirse por la escasez de municiones y el humo del petroleo empleado para incendiar la iglesia de San Eudaldo en donde se defendieron heroicamente los carabineros que la componían, se dirigió a dicho punto, llegando al mismo a eso de las 12 de hoy la vanguardia de su valiente columna. Apenas la divisaron los habitantes de la villa, consternados por los excesos que los amantes de la religión habian cometido, volvieron en sí pidiendo a gritos el castigo de esos asesinos que fusilaron a ocho carabineros y tres soldados. Madres desgraciadas con sus hijuelos en brazos pedían venganza de los bárbaros asesinatos cometidos por esas hordas salvajes. Enterado el brigadier de lo ocurrido mandó acelerar el paso a la columna, y en ayunas y sin descanso llevaba hecha la jornada; siguió, pues, la persecución hasta el pueblo de Capdevano, donde enterados los facciosos de que la columna que les había de dar su merecido castigo se acercaba, internaron en el monte los prisioneros, no sin antes fusilar a 6 carabineros, un cabo y dos soldados de Tarifa.
Tomaron posesiones a la parte opuesta del rio, y el grueso de la facción se remontó a una ermita llamada de San Cristóbal; tan pronto se divisó la facción, rompieron el fuego las guerrillas desalojandoles de las primeras posiciones con ayuda de la artillería y la caballería. Ya en la parte más elevada del monte la facción fue perseguida, llegando la bravura de algunos hasta llegarse a las manos, como lo hizo entre otros el valiente sargento de gastadores de Cataluña. Después de cuatro horas de fuego y atendido el cansancio de la tropa, dispuso el brigadier tocar retirada y regresar a Ripoll para alojar su tropa; refugiándose la facción en Gombren, pueblo distante tres horas, después de haber sufrido la pérdida de 9 muertos y 21 heridos, contandose entre los primeros al jefe de su caballería titulado Cort y llamado Vilagelin; por nuestra parte tuvimos que lamentar la muerte de dos soldados de Cuba y siete heridos, uno de mucha gravedad, la muerte de un caballo en el momento en que el bizarro alférez de Alcántara señor Barrera les dio una carga menospreciando la lluvia de balas que antes le agujereó el pantalón. Todos los soldados y oficiales se portaron como dignos españoles, rivalizando en valor y dispuestos a perseguir a la facción hasta su exterminio.

Article de “La Independencia” 26-03-1873

También hablan del asedio y caída de Ripoll Josep Pla y Marià Vayreda, el primero en “Un hombre de Barcelona” y el segundo en “Recuerdos de la última guerra carlista” ambos en complaciente condescendencia como quien cuenta una travesura de juventud. Una especie de travesura de niños para probar “la chocolatera” en un tono distendido y risueño.