Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados IX

Contra la fiebre amarilla

Disposiciones del ministerio de la Guerra

La Gaceta publica una real orden encaminada a evitar la propagación de la fiebre amarilla en la Península, por remota que sea su posibilidad.

Con este objeto se dictan las disposiciones siguientes:

1.ª Por los capitanes generales de las regiones en que radican los puertos á que arriben las expediciones de los individuos procedentes del ejército de la isla de Cuba se dará cuenta detallada y expresiva á los de las demás regiones é islas adyacentes de los puntos ó lugares para donde se les haya expedido pasaporte á los referidos individuos.

2.ª Los capitanes generales tan pronto como tengan noticia de los puntos a que vayan á residir los individuos repatriados, darán conocimiento á los gobernadores civiles …. …á los alcaldes de los pueblos correspondientes á fin de que sean vigilados y ordenen la asistencia oportuna y absoluto aislamiento de aquellos que fueron invadidos por la enfermedad de referencia o presentaren síntomas que indujeren á sospechar dicho padecimiento.

3.ª Dichas autoridades militares de las regiones interesaran á los gobernadores civiles de las provincias para la inserción de esta real orden en los Boletines oficiales de las mismas á fin de que tenga la mayor publicidad posible.

Nuestros lazaretos.

El Faro de Vigo, después de dar cuanta de algunos preparativos hechos por las autoridades para proporcionar albergue á los soldados de Santiago de Cuba, próximos á llegar á dicha población, publica al siguiente párrafo:

«Según nuestras noticias, no se han recibido en el gobierno civil de la provincia las órdenes solicitadas con urgencia del ministerio de la Gobernación para verificar en el lazareto de San Simón las obras que son indispensables á fin de albergar en los edificios de aquel establecimiento, al abrigo del viento y la lluvia, las fuerzas repatriadas que hayan de sufrir cuarentena.

Es de todo punto lamentable esa indolencia ministerial, á consecuencia de la que muy bien pudiera suceder que á la llegada de las tropas no se hubiese hecho ninguna da las obras necesarias y que se viesen los infelices soldados en la precisión de alojarse casi á la intemperie al regresar á madre patria.

Sería muy conveniente que el señor ministro de la Gobernación diese con la mayor rapidez las órdenes que se esperan.»

La correspondencia de España 15/08/1898

 

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados VIII

Los restos de Colón.

Por conducto del diputado á Cortes por Granada, excelentísimo señor conde de las Infantas, ex director de la Económica, ha remitido esto real sociedad al Sr. Sagasta la exposición que dirige al gobierno pidiendo el traslado á España de los restos de Cristóbal Colón y su depósito definitivo, con el mausoleo que hoy los conserva en la catedral de la Habana en la capilla real de nuestra ciudad, cerca del sepulcro de los ínclitos Reyes Católicos, amparadores del insigne almirante.

Medidas sanitarias.

Por el Consejo de Sanidad se han publicado las siguientes instrucciones, relacionadas con las prácticas cuarentenarias á que han de ser sometidas las tropas repatriadas, medidas que en su mayor parte nuestros lectores conocen, por habérselas anticipado en otros números:

1.º Que todos los buques que trasporten dichas tropas lleven á bordo el personal facultativo suficiente de Sanidad militar para asistir la enfermería.

2.° Disponer prácticas de desinfección y llevar la estadística de mortalidad y morbosidad del pasaje, con determinación del diagnóstico, cuya estadística deberán presentar al director del lazareto.

3.º Que los individuos que lleguen en buen estado de salud, los heridos y los enfermos de padecimientos comunes, sean trasladados á buques ó pontones de nuestra marina de guerra ó de la mercante, y de no ser posible, á campamentos que por su altura, aislamiento ó especial situación y facilidad de medios de aprovisionamiento reunan las mejores condiciones, con el personal facultativo y auxiliar y el material necesario para que las operaciones de desinfección se hagan del modo más eficaz.

4.° Que los individuos enfermos de fiebre amarilla y los que ofrezcan sospecha de hallarse invadidos de esta enfermedad, ingresen en el lazareto sucio.

6.° Que los buques, después de trasbordar ó desocupar su pasaje, cumplan en el lazareto las prácticas de saneamiento prevenidas en las disposiciones vigentes durante cinco días.

7.º Que el pasaje y tripulación que se halle en buen estado de salud, sufra cuarentena durante cinco días, visitados frecuentemente por los facultativos municipales de las localidades respectivas, procediéndose con todo rigor de aislamiento y desinfección, si alguno presentase síntomas de fiebre amarilla.

La correspondencia de España 12/08/1898

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados VII

La repatriación.

Aún cuando el general Toral nada me ha comunicado todavía, calculo que á estas horas, si los informes particulares que hasta mí han llegado no son erróneos, ya deba haber embarcado en el vapor Alicante la primera expedición de jefes, oficiales y soldados heridos y enfermos del ejército que mandaba el general Toral.

A su debido tiempo le ordené que me avisase la salida del barco, número de individuos que conduce y puerto á que se dirige, como espero, cumple mis instrucciones esta primera expedición desembarcará en Vigo la siguiente en Santander y la tercera en Coruña. Para desembarcos sucesivos se mantendrá este orden de puertos.

La correspondencia de España 11/08/1898

 

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados XX

En Gibara

Ha regresado de Gibara a la Habana el crucero Infanta Isabel, que llevó pliegos del capitan general al general Luque.

Refieren los tripulantes del crucero que poco antes de llegar a la vista de aquel puerto se encontraron con el crucero norteamericano Nashville, el cual, al divisar el barco español, se dispuso para el combate.

Entonces desde el Infanta Isabel se hicieron señas participando al comandante del Nashville que la paz habia sido hecha.

Los americanos prorrumpieron en hurras.

Unidos los dos cruceros, continuaron navegando hasta Gibara.

Allí se supo que esta poblacion habia sido abandonada por las tropas españolas, las cuales se habian replegado hacia Holguin.

Encontrabanse alli los insurrectos dueños del terreno.

Primero llego el cabecilla Cornelio Rojas, quien cometio saqueos y desmanes horribles.

Despues se presento el cabecilla Frias, quien castigo a los culpables de los desmanes.

Mas tarde entró Calixto Garcia, el cual se instaló en Gibara, exigiendo del comercio cinco mil duros, que le fueron entregados por suscrición.

El general Luque, que se hallaba en Holguin, enterado de lo que sucedia en Gibara, salió con una columna dispuesto a arrojar a los rebeldes de la citada población.

Facilmente les tomó el poblado de Auras, imnediato a Gibara, y cuando se disponia a avanzar reconquistando la plaza recibió los pliegos de que era portador el Infanta Isabel .

Estos pliegos le ordenaba la suspensión de hostilidades.

Calixto Garcia dijo que, al ser atacado, se preparaba a tomar venganza, asesinando a doscientos comerciantes españoles de aquella comarca que tenia prisioneros.

Tambien hubiera incendiado el pueblo de Gibara.

Asi premian la victoria

Dicen tanto y hablan tan elocuentemente las recompensas otorgadas por el Gobierno de los Estados Unidos a su marina y a su ejercito por las victorias que han obtenido en la primera guerra con el extranjero sostenida por aquella nación, que aunque en nuestro pais habrá sin duda grandes elementos de opinion que no se las expliquen, vamos a dar cuenta de ellas sin comentarios:

Sampson ha obtenido como recompensa, por haber organizado el bloqueo de la isla de Cuba, sostenido muchos combates de costa, por la proteccion eficaz a las fuerzas de desembarco en Baiquiri, destruccion de la escuadra española que mandó el general Cervera y cuantas operaciones de guerra realizado hasta que se firmó el protocolo, el adelantar ocho puestos en el escalafon.

Schley, jefe tambien de escuadra, que ha operado en combinacion con la de Sampson durante toda la campaña, ha sido recompensado con cuatro puestos de ventaja en la escala de los de su categoria.

Los tenientes Wisslowy Anderson, que figuran como heroes en los partes oficiales, han alcanzado, por sus extraordinarios servicios, el adelanto de cinco numeros en la lista de tenientes de la Armada.

En los partes oficiciales y en la prensa atribuyese una gran parte en la rapidez y el exito en el combate de Santiago al valor y pericia del ingeniero jefe Jorge Cowie; para premiar estos servicios extraordinarios, que el decreto oficial califica de eminentes y conspicuos, se le concede un adelantado de tres números en la escala de su categoria.

Por el acto de arrojo, fue tan celebrado en todas partes, y especialmente por nuestros marinos, realizado por el teniente Hobson echando a pique el Merrymac a la boca del puerto de Santiago, bajo una lluvia de fuego de nuestras baterias, se le otorgó un ascenso, que por cierto fue muy discutido.

Estas son las recompensas que el Gobierno americano ha otorgado y los jefes de sus victoriosas escuadras.

En cuanto al Ejercito, se ha hecho una declaracion publica y solemne.

— El Ejercito regular ha demostrado que no tiene las condiciones que el pueblo americano necesita para las contingencias de un porvenir, y queda impuesta por necesidad urgente su inmediata reorganizacion.

Este es el premio que han otorgado a un Ejercito que regresa a los Estados Unidos vencedor.

Por doloroso que sea, hay que reconocer que las glorias del triunfo no han desvanecido a los Generales yanquees.

Veanse, si no, estas palabras, sobrias y modestas, de Sampson, al contestar el sábado último a la felicitación entusiasta del Alcalde de Nueva York;

– Permitidme, señor Alcalde, que en nombre de los oficiales y soldados de mi escuadra acepte las felicitaciones con que premiais sus esfuerzos. Ellos, como yo, nos complacemos al oir que hemos merecido vuestro aplauso; como nos hemos limitado simplemente a cumplir con nuestro deber, es indescriptible nuestra gratitud hacia el digno interprete de las felicitaciones de esta ciudad, quien bondadosamente se ha expresado en terminos demasiados encomiásticos para lo poco que hemos hecho.

La izquierda dinástica. 24 de agosto de 1898.

 

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados V

De Santiago

(nuestro corresponsal particular)

Las tropas capituladas

Nueva York, 7’15 m.

Dicen de Washington que un parte oficial del general Shaftter, comunicado por el departamento de la Guerra, enumera así el total de españoles capitulados:

En Santiago, l2.000

En San Luis, 3.000.

En Guantánamo, 9.000.

En Sagua y Baracoa, 2.000.

Total, 26.000 hombres.

La correspondencia de España 27/07/1898

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados IV

De Santiago

(nuestro corresponsal particular)

Las capitulaciones.—Repatriaciones.

Nueva York 26,6 t.

Un despacho de Haití anuncia que han capitulado las guarniciones de Guantánamo y la Caimanera. Otros telegramas de Santiago dan la noticia de haberse rendido las de San Luis y Palma Soriano, incluidas en la capitulación de Toral.

Shaffter ha hecho comunicar á los oficiales comprendidos en la capitulación, que no solamente ellos, sino sus familias también, serán, repatriados por cuenta de los Estados Unidos.

Azor.

La correspondencia de España 26/07/1898

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados III

Repatriación de soldados.

Se insiste en que el embarque se verificará del 10 al 12 de de agosto.

Respecto a los puertos de desembarco parece que nada definitivo hay acordado.

Lo mismo en los centros oficiales que en las oficinas da la Trasatlántica, donde se trabaja con extraordinaria actividad, guárdase absoluta resererva respecto á este particular.

Dícese, no obstante, que dos arribarán á Santander y los restantes á Cádiz y Cartagena.

La correspondencia de España 25/07/1898

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados II

Consejo de Ministros de ayer

En Consejo se dio cuenta de las noticias que tiene la Compañía Trasatlántica respecto á la repatriación de los soldados que capitularon en Santiago de Cuba.

No permiten seguramente los americanos que se haga el servicio con vapores de la Compañía que actualmente se hallan en Cuba y Puerto Rico sometidos á bloqueo, y por lo tanto la flota que ha de transportar á la guarnición de Santiago zarpara de uno de los puertos de la Peninsula.

La Compañía ha manifestado al gobierno qué vapores tiene disponibles para ello y la lista se leyó en Consejo. Estos trasatlánticos rendirán su viaje en Vigo ó Santander, necesariamente, porque las tropas procedentes de Santiago han de someterse á cuarentena en un lazareto, y solamente los hay en dichos puertos, para cumplir las prescripciones de la ley de sanidad.

Repatriación de soldados.

Respecto á este importante asunto, de que se trató en Consejo de ministros, son interesantes los siguientes detalles:

La contrata con la Trasatlántica es sólo para el transporte de 10.000 soldados, entre los que figuran heridos y enfermos en condiciones de embarcarse, y 600 jefes y oficiales.

El resto hasta 14 ó 15.000 lo componían voluntarios y movilizados.

Es casi seguro que se destinarán á este obieto por la compañía, el Alicante, como barco hospital, y los vapores Covadonga, Colón, Satrústegui, León Xlll, Isla de Panay é Isla de Luzón.

La primera expedición de repatriados será de enfermos y heridos. En el Alicante, que se halla en la Martinica, se embarcarán probablemente el general Linares y jefes heridos en los últimos combates. Sucesivamente irán llegando trasatlánticos á Santiago para transportar todos los prisioneros en aquella plaza.

Vendrán también las dotaciones del Mercedes y del Galicia, y los prisioneros que ganaron á nado la costa en el combate de las escuadras.

La proposición de la Trasatlántica española ha sido aceptada por ser la más favorable.

Entre sus condiciones figura la de dejar una fianza de 250.000 dollars.

Los barcos que se destinen al transporte irán provistos de un salvoconducto del gobierno de los Estados Unidos.

La correspondencia de España 24/07/1898

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados I

De Santiago

(de nuestro corresponsal particular)

Nueva York 21,8’15 m.

El director de la Compañía Trasatlántica española pide 30 dollars por soldado y 60 dollars por oficial para el transporte á la Península de las tropas capituladas en Santiago.

Un sindicato de navieros alemanes pide por el mismo servicio 110 dollar por cada oficial y 55 por cada soldado.

Es lo más probable que se acepten las condiciones de la Trasatlántica española.

Muchos de los refugiados en el Caney y otros puntos antes del bombardeo, van regesando á Santiago y aunque lentamente se restablece la vida normal en la ciudad.

Se han hecho las reparaciones necesarias paea restablecer el consumo del agua potable.

Además han sido detenidos y encarcelados varios insurrectos que entraron en la ciudad disparando sus fusiles.

El general Mac-Kibben ha manifestado á Shaffter que se verá precisado á médidas rigurosas si los insurrectos persisten en su actitud hostil y amenazadora fundada en su descontento.

Al arzobispo de Santiago le han dirigido amenazas de muerte, acusándolé de simpatías con los yankees.

Azor.

La correspondencia de España 22/07/1898