Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Santiago de Cuba III

Santiago de Cuba (sin fecha).

(Reexpedido de Londres el 26 á las 11,55 n.)

Según el parte dado á Washington por el general que manda las fuerzas norteamericanas, las que tomaron parte en el combate del 21 fueron los regimientos 7, 13 y 17 de infantería Estados Unidos, 2.° de Massachusets, 71 de Nueva York, cuatro escuadrones desmontados del 1.º caballería Estados Unidos, cuatro del 10.º y ocho jinetes Rosevelt.

En dicho parte confiesa el enemigo haber tenido doce muertos, incluso el capitán Sampson y el sargento Fish y 60 heridos. Nuestras tropas formaban un escalón avanzado compuesto de tres compañías del batallón provisional de Puerto Rico, dos del batallón de Talavera, penínsular, y una movilizada.

Las fuerzas estaban mandadas por el jefe de Puerto Rico D. Andrés Álcañiz.

Sostuvieron, á pesar de la gran desigualdad del número, el ataque con gran bizarría, y después de reñidísimo combate hicieron retirarse á los yankees.

El general Linares ha publicado hoy una orden general á este cuerpo de ejército, en términos levantados y entusiastas, sobre la defensa de esta plaza.

El corresponsal.

(Como se ve, continúa la severa censura en Santiago, no dejando circular los telegramas particulares hasta la publicación y transmisión de las noticias oficiales.

El cablegrama de nuestro corresponsal, en su primera parte repite las noticias contenidas en los telegramas oficiales que ayer se facilitaron á la prensa de Madrid; pero éstos no contenían el detalle de las fuerzas españolas que el día 21 rechazaron al enemigo, y puestas como están en el cablegrama de nuestro servicio particular, unas frente á otras, resalta más claramente demostrada, la valerosa defensa que un puñado de soldados españoles ha hecho de las posiciones que ocupaba frente á fuerzas diez veces mayores, á las cuales han rechazado, causándoles bajas de consideración.)

Guerra hispano-estatunidenca. Crònica de la guerra IX

Almirall William Sampson

No es muy halagueña la situación en que se encuentra Santiago de Cuba: hasta ahora la escuadra de Sampson se ha limitado á cañonear casi diariamente los fuertes de aquella plaza sin causarnos bajas ni ocasionar grandes desperfectos en nuestras baterías; pero habiendo llegado ya á aquellas aguas los refuerzos que esperaba el comodoro, es de temer que las operaciones de éste revistan en lo sucesivo mayor importancia y que en breve se trabe allí una acción que bien pudiera ser decisiva y que de todas maneras habrá de ser muy sangrienta. Porque si los yankis cuentan con fuerzas numerosas apoyadas por las partidas de Calixto García y Rabí, las tropas españolas de Santiago constituyen un ejército no pequeño ayudado por las obras de defensa y por las fortificaciones; y si los norteamericanos han puesto todo su empeño en apoderarse de aquella plaza, los nuestros se disponen con no menos empeño á impedirles el logro de sus propósitos, y á la tenacidad y violencia del ataque han de corresponder violencia y tenacidad no menores en la resistencia. Todo hace prever, por consiguiente, importantes hechos de armas en aquella parte del teatro de la guerra.

Con esto quedará aplacada la impaciencia del almirante Sampson, el cual, al decir de cierto periódico de Nueva Vork, mostrábase muy quejoso del retardo que sufría el envío del cuerpo de desembarco y se lamentaba de que le hicieran perder el tiempo en inútiles y costosas operaciones, como los distintos bombardeos de Santiago y de San Juan de Puerto Rico, y de que con la inactividad á que se le tenía condenado se enervaran los oficiales y las tripulaciones de su escuadra.

Mucho se ha discutido durante estos últimos días acerca del desemharco en Guantánamo de que nos ocupamos en la crónica anterior: el gobierno español no lo afirmaba ni lo negaba, limitándose á decir que no tenía acerca de este hecho noticias oficiales. En tanto, los corresponsales, así los de los periódicos de los Estados Unidos como los de los españoles, no sólo daban por realizado el desembarco, sino que publicaban detalles de varios combates librados entre los yankis desembarcados y nuestras tropas. Se ha hablado también de varios desembarcos parciales que nuestros soldados lograron impedir. Pero todo el interés de estas operaciones aisladas ha cedido ante el que despierta el desembarco de la expedición del general Shafter, que el dia 21 arribó á las costas de Santiago de Cuba.

La Ilustración artística, Barcelona 27 de junio de 1898

Guerra hispano-estatunidenca. Retalls de premsa VII

Nueva York 26,9 m.

Según esos mismos despachos, los yankees siguen avanzando rápidamente, formando sus avanzadas y exploradores la guerrilla de caballería de Rough Riders, organizada por el millonario Roosvelt con voluntarios de familias ricas y conocidas de Nueva York.

Estas fuerzas ligeras son, según parece, las que mejor se batieron en los encuentros de ayer, y entre los voluntarios que la forman se cuenta el mayor numero da bajas, figurando entre los muertos el sargento Hamilton Fish, muy conocido y querido en los círculos aristocráticos de esta ciudad.

Azor.

Nueva York 26.

El periódico The Fost publica un despacho, confesando que en la batalla de Juragua los jinetes americanos apelaron á la fuga, ante el fuego nutrido de las tropas españolas.

La correspondencia de España 27/06/1898

Els carlins a 1898 – I

( de nuestro corresponsal particular)

Berlín 26.

El periódico Berliner Lokal-Anzeiger, publica el relato de una interview de su corresponsal en Madrid con el conocido jefe carlista, Sr. Vázquez de Mella.

Empieza negando que D. Carlos haya cambiado de ideas, pero se impone, según dice, un cambio radical de cosas en España.

En veinte años no han hecho nada los carlistas contra el régimen actual, y á pesar de esto, hallase gastado. Tres distintas guerras han mutilado el país.

Declara el Sr. Mella que hace dos años consideró inevitable la guerra con América y pidió que España saliera del aislamiento en que se encontraba.

Añade que era favorable á una alianza con Francia, pero no se habría opuesto al ingreso de España en la triple alianza. Ninguna de las dos cosas se ha hecho.

Pudo haberse comprado cuatro acorazados y con ellos nuestra escuadra sería potente, pero tampoco se hizo.

La concesión de la autonomía, en vez de preparar el terreno para la paz, ha acelerado la ruptura de las hostilidades.

La crisis económica es enorme y se siente especialmente en Cataluña, donde se cierran fábricas y se despide a obreros.

La república, dice el Sr. Mella, es en España imposible; los republicanos son doctrinarios y están divididos.

En España, como en Francia é Italia, ha fracasado el parlamentarismo.

El pueblo español es monárquico, católico y fuerista.

Del carlismo se ha formado, especialmente en el extranjero, equivocado concepto.

D. Carlos no quiere ser monarca absoluto. El carlismo representa una monarquía de la forma de la de Guillermo, rey de Prusia.

Lo que quiere D. Carlos es descentralización económica y administrativa; regionalismo que respeta el desarrollo histórico de España, elecciones de clases como en Prusia, el derecho del veto para el rey y la elección de los municipios por el pueblo.

España, por el carácter de sus habitantes, necesita un gobierno fuerte.

Un monarca constitucional es mil veces preferible á la oligarquía irresponsable de los gabinetes que efectivamente reina ahora en España.

El carlismo dice el Sr. Mella, ha aumentado mucho en España.

La monarquía actual es una monarquía civil y D. Carlos representaría una monarquía militar. Termina el Sr. Mella asegurando que á toda Europa conviene mucho que D. Carlos llegue al trono de España.

Aquí han producido extrañeza algunas de las declaraciones carlistas de la interview que dejo indicadas.—Holdzman.

Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Santiago de Cuba II

Santiago de Cuba, (sin fecha).

(Reexpedido de Londres el 25 á las 10,53 n.)

La columna del general Rubín, á las órdenes del comandante general Linares, que habia tomado posiciones en el camino de Siboney á Sevilla fué atacada por los norteamericanos al mediodía y en la tarde de ayer, trarbándose reñido combate que terminó siendo rechazado el enemigo cuyas fuerzas se componían de infantería de línea y caballería.

En la mañana de hoy, estando acampada la columna del general Rabín entre Siboney y Sevilla, en las inmediaciones del poblado de Altares, el enemigo se presentó por las faldas de la loma que domina dicho poblado, formándose en batalla al descubierto.

Las fuerzas enemigas eran en considerable número.

Su núcleo principal lo formaban tropas regulares de infantería, flanqueadas por algunos escuadrones de caballería.

Traían también artillería, que emplazaron en batería decde el comienzo de la acción.

El enemigo atacó decidido y con denuedo.

Los nuestros desde luego respondieron al ataque enérgicamente, ocupando las alturas de la loma que domina la intersección del camino de Altares á Prudencia con el de Siboney á Sevilla, por donde habían llegado los yankees.

Estos intentaron por dos veces tomar la loma cargando á la bayoneta, siendo en ambas ocasiones vigorosamente rechazados por nuestros soldados y habiendo momentos en que casi se llegó á luchar cuerpo á cuerpo.

Según parece, á las fuerzas norteamericanas se habían unido algunas partidas de rebeldes, que les sirvieron de guías y exploradores.

También formaban parte de la columna enemiga fuerzas de marinería desembarcadas de la escuadra de Sampson.

Durante el combate se vió que las balas de nuestros soldados hacían numerosas bajas en las filas enemigas, siendo imposible precisarlas, porque el parte oficial no las detalla.

Todo el tiempo que duró la acción los buques enemigos estuvieron cañoneando la costa.

Se ignora el objeto de este fuego de la escuadra, pues sus proyectiles no alcanzaban á nuestras posiciones y, por consiguiente, no hicieron daño ninguno.

En ambas jornadas tuvimos nosotros, siete muertos de la clase de tropa, el capitán del batallón de Puerto Rico Sr. Lancis y el teniente señor Corregen heridos de gravedad; el teniente de caballería del Rey Sr. Lastortras herido leve; doce de tropa heridos graves, doce leves y varios contusos.

Aquí en Santiago todo está preparado para la defensa.

Se ejerce una vigilancia esmerada y el espíritu de la población es excelente, mostrándose todo el mundo dispuesto á resistir hasta el último trance.

Las autoridades no descansan un momento, infatigables en el cumplimiento de su misión, atendiendo á la cuestión de subsistencias lo mismo que á las de defensa.

Las fuerzas de infantería de Marina y la marinería desembarcadas de la escuadra de Cervera, prestan servicio en las trincheras avanzadas.

El corresponsal

La correspondencia de España 26/06/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Guantánamo XIII

DE SANTIAGO

(de nuestro corresponsal particular)

Londres 25, 11 m.

The Daily Telegraph, en un despacho de su corresponsal en Nueva York, dice que ha llegado allí noticia de que los acorazados Massachussets, Texas y Oregón volvieron á bombardear ayer las baterías del Morro y la Socapa, y que el Marblehead cañoneó Guantánamo.

Otros buques enemigos cruzaron á lo largo de la costa, observando los movimientos que pudieran hacer las fuerzas españolas á ambos lados de la boca del canal.

Reyer .

La correspondencia de España 26/06/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Guantánamo XII

Londres 24, 8’52 m.

Según noticias oficiales comunicadas de los Estados Unidos, el total de las fuerzas yankees desembarcadas en Baiquiri se compone de 773 oficiales y 14.564 soldados.

Dicen también de Washington que los buques de la escuadra de Cervera no tienen más que la mitad de la provisión de carbón necesaria para su radio de acción.

The Standard, en un telegrama de su corresponsal de Berlin, dice que se ha publicado allí la estadística oficial y detallada de las fuerzas españolas que hay en Santiago.

Segun esta, forman un total de 26.000 hombres. De ellos, 8.000 operan contra los rebeldes de toda la provincia; al Norte tienen 10.000 hombres y 8.000 de línea ocupan el camino de Santiago á Guantánamo.

Según The Daily Telegraph, el plan de invasión que llevaba Shaffter de acuerdo con Miles y el departamento de la Guerra, era atacar primeramente las defensas del puerto, luego bombardear el Morro, enseguida bombardear la colina que domina la punta Oeste y simular allí el desembarco mientras lo llevaba á cabo en realidad en el punto elegido como más favorable para la operación.

El mismo periódico da como probable irá á tomar el mando en jefe de la campaña de Cuba.

Reyer.

Habana 24.

(Madrid 24.)

Capitán general á ministro Guerra:

General Linares, al frente de fuerzas situadas en Pozo y Sevilla, para rechazar desembarco, participa que esta mañana fuerza americana de unos 300 hombres hostilizó las nuestras de Siboney á Sevilla, causando un muerto, y que al tomar nuestras fuerzas posiciones para acampar nos hicieron dos muertos y tres heridos. Esta tarde atacaron campamento del general Rubín, siendo rechazados con bajas y perseguidos con vivo fuego, cogiéndoseles municiones y varias prendas de paño azul con botón dorarado de águila; sin novedad por nuestra parte.

Quedan á la vista, desde Aguadores á Boca Cuba, siete buques guerra y en segunda línea 18 mercantes.

Esta tarde dos buques hicieron fuego contra Casilda, disparando en media hora más de 100 proyectiles, sin otra novedad que desperfectos en alguna casa.—Blanco.

La correspondencia de España 25/06/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Guantánamo XI

De Londres

(de nuestro corresponsal particular)

En la Caimanera. Londres 22, 4’5 t

La Exchange Telegraph comunica un cablegrama de Washington en el cual se anuncia haberse recibido allí la noticia de que Shaffter había consegnido desembarcar parte de sus tropas en la Caimanera de Guantánamo.

Reyer.

Londres 23, 8’5O m.

Según telegrafían de Washington, el número de fuerzas de desembarco que ha llevado Shaffter frente á Santiago no llega á 16.000 hombres.

Despachos del mismo origen afirman que el departamento de Marina tiene telegrama oficial de Shaffter anunciando haber efectuado el desembarco de parte de sus fuerzas en las inmediaciones de Baiquiri. mientras los buques de la escuadra bombardeaban á Aguadores, Jaragua, Cabañas y Siboney.

Reyer

DE SANTIAGO

Telegrama oficial.

Santiago (sin fecha).

(Madrid 23.)

Comandante general á ministro de la Guerra:

Ataque general escuadra, más rudo de ocho á tres tarde, prolongado hasta anochecer, concha Siboney y Baiquiri.

Rechazado toda línea, excepto extremo izquierda Baiquiri, que tuve que ceder al movimiento envolvente por tierra de tropas americanas desembarcadas á nueve kilómetros Este Baiquiri, fuera nuestra acción, y replagándose fuerzas ordenadamente sierra.

Caseríos Siboney y Baiquiri arrasados por granadas enemigas.

Ignoro detalles por interrupción líneas telegráficas.—Linares.

La correspondencia de España 24/06/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Retalls de premsa VI

De nuestros corresponsales particulares

(Número 6.508.)

París 21,1’35 t.

Un cablegrama de Nueva York anuncia que el World ha recibido un despacho de Washington, en el cual se pretende que la junta filibustera cubana ha recibido de la Habana la noticia de que un voluntario llamado Salvà, que estaba de centinela en la puerta del palacio de la capitanía, ha disparado su fusil contra el general Blanco, hiriéndole en una pierna.

Salvà, arrestado en seguida, ha declarado que había querido vengar á un hermano suyo que había sido fusilado por el delito de conspiración.

Huertas.

(Número 89.)

Londres 21,12’35 t.

Telegrafían de Washington que se ha hecho una tentativa de asesinato contra el general Blanco por un voluntario llamado Salvà, que le disparó un tiro de fusil.

El general Blanco fué herido en el muslo derecho.

Salvà está preso.

Reyer.

La correspondencia de España 22/06/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Guantánamo IX

Londres 20, 4’30 t.

Telegrafían de Washington que algunos periódicos piden que se abra una investigación á fin de saber fijamente si el Marblehead ha saludado en Guantánamo al pabellón de la insurrección cubana y ha recibido á bordo al titulado generel Pérez.

Esto constituiría una violación de las reglas navales, que prohiben saludar á una nación que no está reconocida.

Se interpreta aquí esta noticia como una prueba de que los yankees sólo aspiran á tener á los insurrectos como auxiliares suyos, y que si juntos triunfasen en Cuba, los norteamericanos se anexionarían la isla, combatiendo á los cubanos como rebeldes.

Reyer.

La correspondencia de España 21/06/1898