Context històric que emmarca la destrucció del monestir de Santa Maria de Ripoll IV

La primera guerra carlina amb ulls ripollesos.

Agitación ansiosa (seguida de un profundo silencio) cundió en la villa cuando á las nueve y media de la mañana del día de S .. Román mártir (domingo 9 de agostó) se observó que el batallón de migueletes volvía sobremanera excitado por la parte del Arquet, con nuevas ciertas de los sacrílegos excesos de Barcelona. Publicábanlos á gritos, los comentaban, los aplaudían, y se animaban con diabólica algazara.á reproducirlos en el centro de la Montaña. Los monges, aterrorizados, reconocen por fin el peligro; pero firmes en su propósito de salvar á toda costa el legado de Recaredo desoyen consejos, desechan ruegos y aun las lágrimas de los leales Ripolleses que, en tan críticos momentos, olvidando disensiones pasadas, no sólo procuraron su salvacion, sino que además ocuparon las avenidas del monasterio con la resolucion heróica de salvarlo, ó perecer en la demanda. Presentían: sin duda, que en la ruína del célebre ,monumento iba envuelta la de sus hogares y familias.

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Eran las dos de la tarde, hora en que solia la comunidad de Sta. María acudir á los Oficios divinos. Los migueletes, abandonando sus madrigueras, se lanzan beodos á la calle y, distribuídos en pelotones, recorren la villa en ademan hostil. Esperaban, á lo que se vió, un débil pretexto para convertirse en satélites activos del gran crímen que habia de expiar Ripoll con lágrimas de sangre, y un fatal descuido del inadvertido campanero del monasterio se lo proporcionó. No bien resonó en el espacio el . triste y lento tañer de la campana que llamaba á los monges á vísperas, cuando tiros aislados inauguraron el infame propósito. Siguieron gritos infernales, entre ellos la provocativa contraseña: ¡los facciosos escalan el monasterio y aquellos desalmados, mas áptos para gritar ¡Liver evohe! ¡Liver io! con las impúdicas bacantes del gentilismo, que para proferir, como proferian, el mágico nombre de libertad, eminentemente cristiano, volaron frenéticos al monasterio y, no sin premeditacion, recorrieron primero todos los ángulos del templo, todos los departamentos del palacio

abacial, todas las monacales moradas de la vila vella, ávidos de víctimas santas que, por desgracia, en aquel aciago dia no faltaron.

Mientras los dos crímenes se perpetraban en el fondo de dos humildes ,celdas, la mayoría de los migueletes, convertidos en sicarios incendiarios se entregaban, en el templo, á todos los excesos del saquéo. Derribaron ante todo, de su antíguo solio la Vírgen de Wifredo y todas las santas imágenes de los altares; hicieron trizas la grandiosa estátua de plata de S. Benito; destrozaron el magnífico órgano; rasgaron inestimables pinturas, y robaron del tesoro los vasos sagrados, las lámparas, los candelabros, los incensarios y demás objetos preciosos de que abundaba el monasterio, separando cuidadosamente el oro, plata y piedras preciosas de lo que, por no concederle aquellos vándalos, en su crasa ignorancia, ningun,valor, reservaban para el fuego ó para nuevas abominacionés.

Los últimos resplandores rojizos del crepúsculo de la tarde se iban desvaneciendo en la cordillera occidental del Catllar, cuando las téas incendiarias fueron aplicadas á los altares, y las áras, santas, convertidas en tederos, alumbraron. con siniestra luz repugnantes escenas, inauditas, increibles, pero ciertas, por más que la pluma se resista á describirlas.

JM Pellicer El Monasterio de Ripoll 1873

Context històric que emmarca la destrucció del monestir de Santa Maria de Ripoll III

La primera guerra carlina des d’una  mirada ripollesa.

El general Llauder se había apostado en Vich esperando el resultado de las operaciones y comisión dada al general Basa y asegurar su retirada en caso de triunfar la revolución en Barcelona, a cuyo fin tomó la precaución de mandar al batallón de tiradores que se hallaba de destacamento en esta villa y con simpatías manifiestas para secundar el movimiento revolucionario de Barcelona, y que podía impedir el paso al general en caso de retirada, dispuso y mandó desde Vich salir el batallón de este punto dándole orden de marchar a la parte de Berga y San Lorenzo dels Piteus en persecución de los facciosos, dejando en esta villa un pequeño destacamento mandado por oficiales moderados que protegiesen su paso y cubriesen al mismo tiempo este punto; el batallón, compuesto como se ha dicho la mayor parte de oficiales de ideas exaltadas y revolucionarias, al saber los sucesos de Barcelona,….

Cronica de la villa y monasterio de Ripoll. Eudald Mirapeix i Illa, notari (1791-1858). [Transcripció realitzada per Eudald Graells i Puig l´any 1917, de l´original, facilitat per Ramir Mirapeix i Pagès, net de l´autor] 

Arxiu Comarcal del Ripollès

Context històric que emmarca la destrucció del monestir de Santa Maria de Ripoll I

La primera guerra carlina des d’una  mirada ripollesa.

Los partidarios de Carlos V no dudaban del triunfo de su causa, y los de Cristina, declarada reina gobernadora durante la menor edad de Isabel segunda, procuraban sostenerse en el poder y contener la rebelión que en varios puntos se había manifestado abiertamente; por el partido de Cristina se habían declarado todos los liberales y realistas moderados, los Grandes de España, a excepción de uno o dos, casi toda la nobleza, varios generales, magistrados y otros hombres de mérito que antes habían seguido las banderas realistas, los propietarios, los comerciantes y el pueblo de las ciudades, capitales y villas de la nación, los hombres pacíficos que cansados de tantos trastornos y revueltas creían de buena fe hallar en el reinado de Isabel segunda la justicia, paz y tranquilidad que tanto deseaban; al partido de Carlos V pertenecían los ultrarrealistas, una gran parte del clero secular, todos los religiosos de las órdenes eclesiásticas y el bajo pueblo de la población rural, mirando al infante don Carlos como un defensor acérrimo del altar y del trono, protector decidido de los derechos del clero, enemigo de toda reforma e innovación creyendo no sin fundamento que continuando el gobierno establecido por Cristina, volverían a gobernar los liberales, renacería pujante y altanera la Revolución, seguirían las reformas, se atacarían los derechos e inmunidades de la Iglesia y que se renovaría la persecución contra la religión y sus ministros.

Cronica de la villa y monasterio de Ripoll. Eudald Mirapeix i Illa, notari (1791-1858). [Transcripció realitzada per Eudald Graells i Puig l´any 1917, de l´original, facilitat per Ramir Mirapeix i Pagès, net de l´autor] 

Arxiu Comarcal del Ripollès (ACRI)

Servei a la “francesa” o a la “russa”

En l’època de Ferran VII s’estilava el servei de taula a la “francesa”. Els plats es col·locaven tots al mateix temps sobre la taula i els comensals es servien el que volien. El menjar solia acabar fred. A l’època isabelina es va introduir a Espanya el servei a la “russa”, que havia portat a França el 1809 el príncep Kouriakin, ambaixador del zar Alexandre I i de França passà a Espanya a mitjans de segle. En aquest estil, els servents van portant els diferents plats que es col·locaven davant cada comensal, tal com es fa avui dia. El servei a la russa implicava que hi havia un menú tancat. Les peces venien ja trinxades de la cuina mantenint-se sempre calentes. També apareixent les copes que es col·loquen a taula.

Al segle XIX, la burgesia opta per preparacions i menús opulents, sovint inspirats en la cuina francesa burgesa, que menyspreava les cuines tradicionals i casolanes com la catalana, la italiana i l’occitana. És en aquest segle quan apareix per primera vegada en una referència escrita el pa amb tomàquet.

Els burgesos de casa benestant tenien minyones i cuiners. Amb unes receptes més refinades que s’emmirallaven en la cuina francesa i italiana, considerades de prestigi, la qualitat es mesurava per l’exclusivitat i el preu del producte.

Les classes mitges que tenien una cuinera, eren rebutjades i mal vistes pels cuiners i gastrònoms. Es considerava que no només sabien cuinar pocs plats sinó que, a més, per qüestions físiques, no era bo que estiguessin tant de temps de peu a llocs tan calorosos. Així i tot els llibres de cuina es dedicaven majoritàriament a les dones, ja que eren les responsables d’aquest aspecte de la vida familiar i, encara que no cuinessin elles mateixes, havien de conèixer els diferents plats i com es cuinaven per assegurar que l’alimentació familiar fos la correcta i no es malgastaran aliments.