El claustro de Santa María de Ripoll III

Las piedras cuentan las historias que tus ojos dibujan

Capitel de la galería Nor-occidental del siglo XII, románica, construida bajo los abadiatos de: Pedro Ramón, Gausfred y Ramón de Berga.

“…. las sirenas, criaturas traidoras y feroces, cantan alegremente en la tempestad Porque previene que con el mal tiempo las naves se Hund y los marineros morían de forma que ellas Tienen así comida abundante, Mientras que con el buen tiempo lloran Porque no obtendrán el botín deseado “

La tradición de los bestiarios francesas y sume influencia en la península ibérica. Lucía martín pascual (Universidad de Alicante).

Empanada de anguilas

para la masa:
500 grs de harina de fuerza
25 grs de levadura
taza de agua
aceite
sal

para el relleno:
1 kg y ½ de anguilas de río
6 dientes de ajo
perejil
aceite de oliva
azafrán
sal

Mientras dejamos crecer la masa, prepararemos las anguilas: Empezaremos para sacarlos toda la viscosidad que las recubre, tras las abriremos y limpiaremos su interior, también cortaremos la cabeza. Las aliñaremos con el ajo, el perejil, la sal y el azafrán y las regaremos generosamente con aceite. Con un poco más de la mitad de la masa hacemos la base de la empanada, ponemos las anguilas enteras formando un círculo. Cubrimos con la otra parte de la masa bien estirada y cerramos todo alrededor haciendo un borde. Le haremos un agujero en el centro para que salga el vapor y el adornaremos a nuestro gusto.
Se come levantando la tapa.

El libro de Sent Soví nos ofrece una receta de empanada de Lampresa.

Sent Soví (1324). Recetario medieval de autor anónimo redactado en catalán, el primer recetario conocido de cocina catalana y uno de los recetarios europeos más antiguos escritos en lengua vernacula.

El libro de Sent Soví

 

El claustro de Santa María de Ripoll II

Las piedras cuentan las historias que tus ojos dibujan

Pastor amb ramat, imposta galeria sud_oriental / Pastor con rebaño, imposta galeria sur-oriental

Imposta de un capitel de la galería sudoriental que muestra un pastor con un rebaño, siglo XIV. Galería del taller de Jordi de Dios realizado durante el abadiato del abad Ramon Descatllar y de Palasol (enero 1387 – 09 1408).

Los monasterios de montaña tenían dificultades para hacer pastar el ganado en invierno debido a la nieve permanente, y los monasterios de la llanura no podían hacer pastar el ganado en verano debido a la alta fertilidad de las tierras y su consecuente cultivo. Debido a ello, la preocupación principal de los territorios del Prepirineo catalán, a través de los monasterios de Ripoll y de San Juan de las Abadesas, recayó en la creación de una red de caminos, estable y segura, que permitiera el tránsito del ganado entre la llanura y la montaña. De esta manera, se consolida la red de vías pecuarias catalana y estabiliza una actividad económica que se mantendría muy potente hasta finales de la Edad Media.
(Caminos ganaderos y trashumancia en Cataluña. Eduard Trepat y Anna Vilaseca, Fundación del Mundo Rural)

Paletilla de carnero rellena
Receta extraída del libro de Sent Soví (1324), recetario medieval de autor anónimo redactado en catalán, es el primer recetario conocido de cocina catalana y uno de los recetarios europeos más antiguos escritos en una lengua diferente del latín. 

Texto original:


Traducción y adecuación de la receta (http://www.sentsovi.cat)

Esta paletilla de carnero rellena, tiene un relleno interesante de carne con ajos cocidos, pasas y especias. Además, el proceso de elaboración que se explica en el Sent Soví es un “relleno” que envuelve el hueso de la paletilla y que se liga con tela de carnero y posteriormente se atraviesa con un espetón y se cuece al fuego . 

Ingredientes:
1 paletilla de cordero de 1 kg
100 g de panceta fresca
25 g de perejil
tomillo
1 huevo
6 dientes de ajos
40 g de pasas
sal
2 clavos de olor
6 granos de pimienta negra
Canela en polvo 

El primer paso es deshuesar la paletilla de cordero. Lo podemos hacer nosotros o pedirlo al carnicero. Una vez tenemos la carne sin hueso, cogemos partes de las puntas o partes que no nos ayuden a envolver después el relleno y los ponemos a cocer con agua fría junto con el tocino y las hierbas. Lo cocemos a fuego suave durante 1h y, cuando falten 20 minutos, añadimos los ajos pelados. Sacamos la carne de la olla y los ajos y lo dejamos templar.
Picamos las carnes con un cuchillo y lo ponemos en un bol con los ajos cortados, las pasas, el perejil que hemos cocido picado, el huevo batido y las especies. Mezclamos y corregimos de sal.
Estiramos sobre el mármol del hombro y la salamos. Ponemos encima el relleno y lo atamos bien con hilo de cocina.
Cocemos la paletilla a 200 ºC en el horno durante una hora o, si tenemos termómetro de sonda, hasta que éste llegue a los 65 ºC.

El claustro de Santa María de Ripoll I

Las piedras cuentan las historias que tus ojos dibujan

 

Cena de San Benito y Santa Escolástica, capitel situado en la galería nororiental obrada por el taller del maestro Colí de Marville, siglo XIV, bajo el abadiato de Ramon Descatllar y de Palasol. (01/1387 – 09/1408).

Los monasterios, sin excepción, consumían importantes cantidades de peces de río. Todos ellos, y desde épocas tempranas, habían ido instalando pesqueras en los lechos de los ríos que atravesaban sus tierras. La difusión del molino de agua, la esclusa del cual se empleaba como vivero, contribuyó a estimular el consumo de pescado, abundaban la anguila, la trucha y el barbo que aparecen en la mesa frescas, saladas o ahumadas.

Otras formas de consumo eran las empanadas (peces hechos “en pan”) y los escabeches, importados de la cocina musulmana. La primera receta de escabeche nos la sirve el médico sevillano del siglo XII Zuhr-Avenzoar, que recomienda preparar así el escabeche: escalda el pescado en agua caliente, a continuación se ponlo en una cazuela de barro o de loza vidriada con un poco de aceite. Cuando ya esté cocido dejalo a fuego lento y se añade le un caldo preparado con vinagre y jengibre.

La trucha era unos de los peces que más se consumía, trucha escabechada:

Ingredientes (para 4 personas):
4 truchas del país de buen tamaño
1 vaso de aceite
1 vaso de vinagre
4 dientes de ajo
Clavel, salvia, tomillo, orégano, pimienta en grano u otras hierbas aromáticas
Harina
Sal
Aceite para freír