El claustro de Santa Maria de Ripoll XVIII

Las piedras explican las historias que tus ojos dibujan

Imposta de la galeria Sud-Oriental del segundo piso, primera mitad del segle XV, del taller de Tortosa, construida bajo los abadiatos de Ramon Descatllar i Palasol ( 1387-1408), Marc de Vilalba (1408-1409), Berenguer de Rajadell i de Boixadors ( 1409-1410) i Dalmau de Castellà i Despon ( 1410-1439).

El gallo de Santa Caterina

La lucha antifeudal de los habitantes de Ripoll

A partir de esta descripción sumaria de los derechos que gozaba el monasterio, podemos deducir perfectamente la dureza del régimen señorial impuesto a Ripoll, y la indefensión a que eran sometidos sus habitantes desde el mismo momento de la fundación de la villa. No es de extrañar, pues, que los indicios de conflictividad generados por este dominio abusivo sean numerosos a lo largo de los siglos. El primer testimonio conocido sobre las disensiones entre el abad y los habitantes de Ripoll se remonta al año 1266, en que los vecinos incoar un pleito contra la jurisdicción que ejercía el abate sobre la población. A finales siglo XIII rebrota nuevamente el conflicto entre la población y el monasterio, y en este caso se obtuvo por primera vez la constitución de un municipio consular, aunque su funcionamiento debió ser muy efímero, ya que en 1297 fue concertada una transacción entre el abad y los habitantes, por lo que estos renunciaban – podemos suponer que bajo coacciones diversas- la elección de cónsules. A pesar de que las noticias sobre estos eventos sean escasas las repercusiones en la población debieron ser importantes, ya que su recuerdo perdura en el tiempo en forma de una celebración tradicional, conocida como la fiesta del Gallo de Santa Caterina. En su transcurso, y durante siglos, el pueblo mataba un gallo a palos, siendo el gallo el símbolo abacial (derivado de la etimología popular de Rivi-pullo), y con esta matanza se representaba la lucha contra la opresión del monasterio sobre la población. Un ceremonial de características similares fue ejecutado igualmente en el caso de Olot en 1400 para simbolizar también la liberación de la ciudad del dominio del abad de Ripoll, por privilegio de Martín el Humano. En este caso se construyeron dos castillos de madera alusivos a la jurisdicción del abad, que fueron derribados solemnemente a hachazos en presencia del procurador real y de los habitantes de la población.

 

“ Aproximación al estudio del domini baronal del Monasterio de Ripoll (1266-1719) por Josep M. Torras i Ribé” dentro del Primer Congreso de Historia Moderna de Catalunya 1984.

Sopa de pollo y canela

Para esta otra receta medieval vamos a necesitar lo siguiente:
Ingredientes:
Cuatro muslos de pollo
Jengibre
Clavos de olor
Vino tinto
Pimienta
Canela en rama
Sal
Almendras peladas
Grasa de cerdo

 

Primero tomamos una cacerola con agua, le ponemos los muslos de pollo y el vino tinto, se condimenta con sal y pimienta, y lo hervimos durante 45 min, luego retiramos el pollo y se guarda todo. Cogemos otra cacerola y la  calentamos con la grasa de cerdo, hasta que se derrita por completo, luego vamos a tomar los muslos de pollo y los freímos en la grasa de cerdo hasta que se doren completamente, agregamos dos tazas del caldo que hicimos en primera instancia, colocamos ramas de canela, jengibre y clavos de olor al gusto, molemos las almendras en un mortero y se coloca, se deja hervir y que espese y a disfrutar esta sopa de pollo con canela.

Recetas medievales

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