“Santiago de Cuba, 19. Almirante de la escuadra al ministro de Marina. – Esta mañana he entrado sin novedad con la escuadra en este puerto. Cervera.”
La llegada de nuestra escuadra á Santiago de Cuba ha venido á demostrar: primero, lo muchísimo que valen los jefes, oficiales y tripulaciones de nuestra armada; segundo, que el bloqueo de Cuba no pasa de ser un deseo más ó menos platónico de los yankis; tercero, que Sampson y Schley con todos sus treinta poderosos buques han sido morabnenle vencidos por siete barcos españoles; y cuarto, que para luchar con pueblos que, aun débiles y moribundos, según la frase de lord Salisbury, tienen conciencia de su honor y quieren defenderse como su gloriosa historia les enseña que se han defendido siempre, se necesita algo más que baladronadas á nada conducentes, si no es al desprestigio de quíenes las han fomentado.