Guerra hispano-estadounidense. Crónica de la guerra III

Marineros del U.S.S Brooklyn

La escuadra norteamericana del mar de lasAntillas continua su bloqueo de los principales puertos de Cuba, pero con bien poca fortuna por cierto, porque apenas pasa día sin que, algún buque logre romperlo: el mismo Montserrat, no contento con haberse refugiado en Cienfuegos ha logrado entrar en el puerto de la Habana. Como se ve, el bloqueo dista mucho de ser efectivo, según previenen las leyes internacinales. También sigue dicha escuadra cañoneando algunas plazas, pero sin resultado, porque en cuanto sus buques se colocan al alcance de nuestra artillería, nuestros cañones no tardan en obligarles á retirarse. Así sucedió en aguas de Cardenas, cuyo canal trataron de forzar un crucero y un torpedero yankees, que hubieron de retroceder con grandes averías ante la acometida de los cañoneros Ligera y Alerta.

Para completar la acción intentada por mar, proyectan los Estados Unidos varios desembarcos de tropas, que ayudadas por los insurrectos, puedan atacar por tierra las principales ciudades de Cuba: á este efecto están haciendo grandes preparativos en la Florida, en donde concentran numerosas fuerzas, pues los pequeños desembarcos intentados hasta el presente han sido otros tantos fracasos. Lo que en un principio les pareció cosa fácil, va resultándoles cada vez más difícil, á juzgar por los continuos aplazamientos y por los elementos poderosos que consideran necesarios reunir antes de acometer una empresa de la que bien pudiera ser que saliesen escarmentados. En el entretanto nuestros valientes soldados han conseguido allí una nueva é importantísima victoria sobre las fuerzas de Máximo Gómez, á las que causaron 32 muertos, entre ellos el cabecilla Nuñez.

La Ilustración artística, Barcelona 16 de m

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