Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados XXII

El vapor Alicante ha empleado en su viaje de Santiago de Cuba á la Coruña doce días y veintitrés horas, habiendo tenido en la navegación 60 repatriados muertos.

Unos 100 han llegado en muy grave estado. Los restantes, que son más de 1.000, han mejorado mucho durante la navegación.

El Alicante ha tenido buenos días de mar.

Coruña 2 4 , 4 ’30 m,

Trasmito nuevamente la lista de fallecidos á bordo del Alicante, purgada de algunos errores de copia que me ha sido posible subsanar y clasificar con arreglo á los empleos que disfrutaban estos beneméritos servidores de la patria.

Guerra hispano-estadounidense. Testimonios y repatriados XXII

He aquí la lista:

Comandante de caballería D. Gaspar Pérez.

Tenientes de infantería D. Filiberto Quijada, D. Felipe Cotón y D, Román Díez.

Soldados Lorenzo Pevale, Manuel Granja, Jacinto Suidagorta, José Pla, Angel Carmona, Juan Pujol, José Díaz, Cándido García, Rufino Jiménez, Daniel Garcés, Francisco García, Baldomero López, Ramón González, Victoriano Miguel, Vicente Arguiraona, José de Pedro, Bonifacio Roiríguez, Crisanto Fernández, Antonio Menéndez, Antonio Izquierdo, Ricardo Lucayo, Antonio Ibarra, Faustino Pelaez, Magín Lloret, José Bruto, Juan Blanch, Cecilio Castillo, josé González, Martín Clavero, Alberto Lequeira, Pedro Carbonell, Félix Zualcedo, Francisco Gutiérrez, Manuel Estell, José Cebrián, Paulino Pardos, Eloy Luna, Salustiano Martínez, Lorenzo Carrasco, Andrés Parra, Manuel Gallarta, Manuel García, Gil Arribas, Pedro Fernández, Benito Ponce, Manuel Seija, Rafael Marino, Evaristo Fernández, Domingo Font, Santiago López, Manuel Cherlin, Faustino Sardina, Antonio Carles, José Fábregas y Julián Pérez.

El buque cumplirá cinco días cuarentena.

En Santiago de Cuba sólo había ultimamente dos casos aislados de fiebre amarilla.

Dafonte

Coruña 24, 4’30.

Créese que la mayoría del pasaje irá al lazareto, por no estar terminada la instalación sanitaria en el Patriota y no tener instrucciones el comandante hasta que llegue á Ferrol la escuadra de Cámara.

Esta se halla ya á la vista del puerto.

En el Alicante hay tres muertos que seran enterrados en el lazareto.

El acta de la capitulación fué firmada por los generales Toral y Escario; el coronel de la guardia civil señor Oliveros; los tenientes coroneles de Asia y Constitución Sres. Punet y Rodríguez, el de estado mayor, señor Fuente Alcántara, del batallón de San Femando D. Segundo Pérez, de artillería D. Luis Melgal; el comisario de primera D. Julio Cuevas, y el capitán de ingenieros D. Juan Díaz. No firmaron la capitulación los generales Ruiz, Rubí y Ordóñez, el coronel de ingenieros Sr. Caula y el coronel de artillería Sr. Aldea.

El ejército yankee ha estado deferente con las tropas capituladas.

Los oficiales españoles eran siempre saludados militarmente por los soldados yankees.

Dafonte.

Telegramas de Fabra.

Coruña 24, 5 t.

(Urgente.)

En el lazareto todo está dispuesto para recibir á 800 repatriados. Ya están en él el general Ruiz y varios oficiales.

Ha empezado la paga de sueldos atrasados.

Han fallecido seis soldados más y algunos otros están gravísimos.

En vista del buen estado del Alicante sólo será sometido á tres días de observación.

Coruña 24 , 5,15 t.

(Urgente.)

En el Alicante viene el teniente de navio Sr. Pina, jefe de los torpedistas de Santiago, quien niega que el Merrimae atravesase la linea de torpedos impunemente. En la primera fué destruído.

Viene también el guardia marina Navia, que formaba parte de la escuadra de Cervera. No puede precisar nada á causa del aturdimiento del combate.

Viene también el guardia marina Belinijo, que se salvó á nado, y asegura que los mambises fusilaban y macheteaban á los naufragos conforme llegaban á tierra. Este guardia marina, que pertenece á una familia aristocrática, llega sin un céntimo y vistiendo traje de soldado.

(Urgente.)

Para completar mi información, he hablado con otro de los jefes, quien fijándose en el combate del Caney, dice que dos brigadas americanas con caballeria y artillería rompieron nutrido fuego contra el poblado defendido por tres compañías del regimiento de la Constitución y las guerrillas, formando un total de 453 hombres y sin artillería.

A pesar de eso, la defensa fué heroica.

Al mediodía, el general Vara de Rey fué herido en ambas piernas por otros tantos balazos. Llevado á su alojamiento, fué curado de primera intención, durando el fuego hasta las cuatro de la tarde, en que se ordenó la retirada de los pocos que habían quedado.

Vara de Rey, en una camilla, y otros 40 heridos formaron un convoy, que era conducido á Santiago, y durante el trayecto fueron literalmente fusilados por los yankees. Dentro de la camilla recibió el heroico general otros tres balazos, uno de ellos en un ojo, que le privaron de la vida.

Su cadáver fué abandonado en el camino, donde los americanos lo recogieron tres días después, sepultándole con los honores debidos á su rango.

E1 resto de las fuerzas al mando del coronel Punet se retiró por el camino del Cristo. Romero, comandante militar de Caney, al retirarse con sus escasas fuerzas, fue herido de bala de Mausser, que le atravesó el omóplato. Los yankees le rocogieron y le llevaron al hospital de Caney, le cuidaron y el día 5 lo entregaron en Santiago con otros heridos por no poderles asistir.

En Cambales y Caney murieron los comandantes D. Ródrigo Agüero y D. Rafael Aragón, el capitán Vara de Rey y los tenientes Domínguez, Vara, D. Pedro Fuertes, D. Manuel Morales, D. Antonio Rubio, D. Segundo Llanos y D. José Malquines.

El jefe del fuerte de Albisa sufrió un cañoneo horroroso, siendo heridos los capitanes D. Isidro Arias y D. Baldomero Vigo, y los tenientes D. Inocencio Rego, D. Antonio Martínez, D. Domingo Murillo, don Manuel Estévez y D. Lorenzo Salmas y el médico D. Ángel Rodrignez.

Hácense grandes elegios del comportamiento del telegrafista Manzano, jefe de la estación de Caney, que se defendió valerosamente en la estación, á pesar de estar desarmado y bajo un nutrido fuego, recogió sus aparatos y se retiró al lado del general Vara, donde recibió un balazo en el muslo, siendo recogido por los yankees.

La correspondencia de España. Madrid, jueves 25 agosto de 1898

Share on FacebookTweet about this on TwitterShare on LinkedInPin on Pinterest

Deja un comentario