Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats XVIII

La repatriación

De un momento á otro se espera en La Coruña la primera expedición de repatriados de Santiago de Cuba, que conduce el vapor Alicante,

Se ha pedido al capitán general de El Ferrol orden de desembarco de la mayoría de la tripulación, que asciende á 500 hombres, á fin de que puedan aprovecharse las literas de éstos, quedando el barco trasformado en hospital.

De no hacerse asi, habría pocas facilidades para acomodar á los repatriados, pues sólo se dispone de cien literas de primera clase para los oficiales.

Los soldados tendrían que acomodarse en los corredores de cubierta, colocándose toldos.

En el lazareto todo se halla dispuesto, adoleciendo sólo de la falta de barracones, dado el crecido número de expedicionarios.

El gobernador civil se cuida de todo cuanto le atañe.

E1 alcalde reunió la Junta municipal de Sanidad, adoptando medidas higiénicas que cumplirá el vecindario.

También se reunió la Junta provincial de Sanidad, con asistencia de las autoridades, acordando ajustarse á las disposiciones dictadas.

Se ofició al capitán general de la región, significándole lo mucho que se espera de él para que nada falte á los repatriados.

Hablase de que vendrá de El Ferrol la fragata Almansa, acondicionada para recoger á los repatriados cuando abandonen el lazareto y el Patriota.

Para los soldados que queden en ésta hay dispuesto alojamiento.

Ademas del Hospital Militar, están los cuarteles Alfonso XII y Santo Domingo, el parque de San Amaro y la antigua fábrica del barrio de Santa Lucía.

El alquiler de este último edificio y de la Plaza de Toros lo abona el Ayuntamiento, costeando también las obras de reparación que se efectúan en el parque.

La Plaza de Toros fué alquilada para alojar dos baterías de artillería del 14 regimiento, que regresaron á Madrid en dos trenes militares.

Si hubiera falta de local, se alojarían los soldados en las casas.

El capitán general del distrito proyecta, en último extremo, que la Infantería pasa á Betanzos, para desalojar por completo el cuartel de Alfonso XII.

El Ayuntamiento tiene fletado un vapor para salir á esperar á la entrada del puerto al Alicante.

Se cuenta también para el alojamiento de los repatriados con el Sanatorio de la Cruz Roja.

El gerente de la Compañía Trasatlántica se hará cargo en El Ferrol de los cruceros auxiliares Ciudad de Cádiz y Alfonso XIII, cuyos buques saldrán Inmediatamente para la isla de Cuba.

Coruña 23 (9,30 noche).—Fondeó el vapor Alicante á las nueve de la noche en el lazareto.

Debido á lo avanzado de la hora, retiráronse el Ayuntamiento, las comisiones, las autoridades y el pueblo.

Además, las enfermedades contagiosas que padecen los repatriados impiden el acceso á bordo.

Cónstame que los pacientes de la fiebre amarilla irán al lazareto Oza á purgar toda la cuarentena.

Otros pacientes estarán cinco días en barcos-hospitales, después del lazareto, para marchar á sus casas.

La gente sana quedará aquí esperando la orden de destino.

Hay ansiedad en la gente por temor á la fiebre amarilla, y á la par deseo de ser útiles á los repatriados.

Las autoridades militares y civiles, y especialmente el gobernador, Sr. Martos, brillan por su celo y actividad.

Mañana se hará el escolmo de los repatriados que estén graves, leves y sanos, para dárseles destinos.

Telegrafiaré el destino respectivo.

(Mencheta.)

El Globo. 24 agosto 1898

 

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats XVII

Los barcos hospitales

Cuando celebró sus reuniones el Consejo Superior de Sanidad, hicimos notar los inconvenientes de utilizar barcos para hospitales de repatriados cuarentenarios. Nuestras observaciones no se tuvieron en cuenta, porque no los firmaba ningún sabio de los muchos que abundan en los consejos técnicos, además ¿quién se atreve á emitir una opinión contraria á las autoridades eminentes de la ciencia? Basta que se haga una indicación razonable, para acordar lo contrario, y así anda ello.

Aquellas nuestras observaciones se han confirmado por fortuna para nosotros, por desgracia para los sabios.

Dos telegramas, con rara coincidencia, anuncian desde la Coruña que aquellos barcos destinados á hospitales son, además de insuficientes para alojamiento determinado, inútiles y sin condiciones de holgura necesaria para la asistencia que requiere el enfermo, y la vida higiénica á que debiera sujetarse aquel organismo medio destruido por la fiebre en los asfixiantes campos de Cuba.

Y no ya solo resultan inútiles los barcos para este servicio, sino que no están construidos para servir de hospitales flotantes.

Hubiérase habilitado un campamento en Ibiza, hubiérase tomado como punto de cuarentena las islas Cies de Vigo, como dijimos cuando el Consejo de Sanidad discutía precauciones para los repatriados, y no se tropezaría en los momentos angustiosos del desembarque con que ni pueden estar los enfermos en los camarotes de los barcos, ni con libertad respirable en el lazareto de Oza.

Cuestión eterna de nuestra administración general. Desatender observaciones de las gentes y acordar aquello que inspiró la vanidad y el Yo. Y cuando se tocan las consecuencias del error y de la torpeza deprisa y corriendo habilitar alguna medida para salir del paso, aunque perezcan…los principios.

 

El Dia. Madrid. – 24 agost 1898

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats XV

TROPAS DE REGRESO

El Alicante en la Coruña

Anoche á las nueve fondeó en el Puerto de la Coruña el vapor de la Compañía Trasatlántica Alicante.

Immediatamente se dirigieron al buque en una lancha del cuerpo de Sanidad militar el capitán general, los gobernadores civil y militar, el alcalde, el comandante de Marina y el representante de la Compañía Trasatlántica.

Se prohibió en absoluto que nadie se acercase á las inmediaciones del Aliante.

Las lanchas de los buques de guerra pidieron que esa diaposición fuese contravenida.

A bordo del Alicante regresan el general Ruiz, y treinta y ocho jefes y oficiales, de los cuales ninguno es de Artillería; el alférez del navio Reina Mercedes señor Pina; 102 individuos de tropa, pertenecientea á la marina y al ejército.

El número de soldados asciende á mil. Vienen además cien que no forman cuerpo.

El Alicante trae patente limpia.

Durante la travesía ocurrieron 60 defunciones, entre éstas las de un jefe y un oficial.

Todos los enfermos que regresan proceden del hospital de Santiago de Cuba.

Al acercarse al buque hospital la ancha en que iban las autoridades, un sepulcral silencio reinaba á bordo del Alicante .

Pocos instantes después las bordas estaban coronadas de soldados.

Enteradas las autoridades del cuerpo de Sanidad de las condiciones en que viene el buque, se aproximó á éste la lancha de las autoridades.

El capitán general dirigió á los repatriados un saludo en nombre da la Regente.

El alcalde les dio la bienvenida en nombre del pueblo coruñés.

El capitán general dió algunas instrucciones al jefe militar de la expedición.

Es director del hospital flotante el subinspector de primera clase D.Lorenzo de Castro.

El jefe del servicio es el subinspector de segunda clase D. Gavino Rivadella.

Los médicos mayores son los señores Mendoza, Sambral y Fernández; los médicos segundos los Sres. Iñigo y Agudo.

Los farmacéuticos, Sres. Fernández y Díaz.

Forman parte, además de ese personal médico-farmacéutico, treinta y dos sargentos y treinta y un sanitarios.

El director del hospital flotante dio cuenta al capitán general de las novedades ocurridas en la travesía.

Dijo que no necesitaba más personal para el servicio de los repatriados, pues el que tenía era suficiente para atender á todas las necesidades que impusiese la cuarentena.

Ignórase todavía dónde sufrirán la cuarentena el comandante y expedicionarios del Alicante.

El comandante del Patriota fué al Ferrol para consultar si se hacía cargo de los expedicionarios

E1 jefe del departamento le manifestó que carece de instruciones hasta que llegue la escuadra de Cámara, á la que dicho buque pertenece.

La real orden dispone que sólo vayan al lazareto los inválidos y convalecientes de fiebre amarilla.

Como no viene ninguno, pueden los expedicionarios pasar al Patriota, pero la Trasatlántica ha manifestado que puesto que este buque carece de sitio donde acomodarlos, si la cuarentena sólo ha de ser de cinco días pueden hacerla en el Alicante.

Se ha demorado la salida de éste, creyéndose que irán todos al lazareto.

A bordo del Alicante hay dos muertos.

El correo militar 24 agosto 1898

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats XIV

Coruña 23,8 n.

Acaba de comunicar el vigía de Monte Alto que se halla á la vista del puerto el vapor Alicante, que conduce la primera expedición de repatriados.

La noticia circula rápidamente, el público, dominado por una gran ansiedad, comienza á invadir los muelles.

A causa de lo intempestivo de la hora, se cree que el desembarco será aplazado hasta mañana.

En el lazareto tienen cabida 638 personas cómodamente.

En el puerto se halla el trasatlántico Ciudad de Cádiz, procedente del Ferrol, que zarpará mañana para la Habana.

Ha dejado de ser crucero auxiliar y al efecto ha desembarcado en el Ferrol su tripulación de guerra y el armamento.

El trasatlántico va al mando del capitán D. Benigno Lavín.

En el Patriota se está procediendo á la colocación de camas.

Las autoridades se disponen á ir á visitar el buque.

Coruña 23. 9’23 a.

El Alicante fondeó sin novedad en las inmediaciones del lazareto de Osa á las ocho y cuarenta y cinco minutos.

Nadie ha comunicado con el trasatlántico.

Fueron bastantes los botes y lanchas de vapor que salieron al encuentro del barco con gente que esperaba llegasen en él parientes ó amigos.

En alta voz se pedían nombres de barco á barco y noticias de los ausentes.

Las autoridades habían tomado rigurosas medidas para que ninguna embarcación se acercase al vapor una vez fondeado éste.

Vienen bastantes atacados de fiebre amarilla, y mañana á primera hora se hará la clasificación de los enfermos.

Los graves pasarán integra la cuarentena en el lazareto.

En el Patriota serán recogidos los enfermos de males comunes y no contagiosos.

Reina gran actividad en las oficinas militares para ultimar la distribución de las fuerzas recién llegadas.

Tanto el gobernador militar como el civil despliegan una actividad y un celo digno del mayor aplauso.

Todas las clases sociales están animadas del mejor espíritu para hacer grata la estancia aquí de los que han expuesto su vida por la patria. M. Dafonte.

La correspondencia de España 24/08/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats XIII

La repatriación

Telegrama oficial

Santiago de Cuba 20.

Seis tarde de ayer, salió para Coruña vapor Isla de Panay, conduciendo general Ordoñez, batallón Andalucia, dos escuadrones de caballería Rey, fuerzas de artillería, ingenieros y enfermos marina.

Total, tres jefes, 95 oficiales y 1…. tropa.

Mismo día y hora salió para Vigo vapor Villaverde con batallón cazadores Puerto Rico núm. 19 y segúndo voluntarios Cuba.

Total, 3 jefes, 49 oficiales y 565 tropa.—Toral.

La correspondencia de España 23/08/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats XII

De Cuba

(nuestro corresponsal particular)

Nueva york 20,9 m.

El número de españoles repatriados que se embarcaron anteayer, es de 2.143 soldados, 109 jefes y oficiales, y cerca de un centenar de mujeres y niños.

Forman la mayor parte de la expedición los regimientos de Talavera y de Asia.

Su estado de salud es tan malo, que los medicos temen que mueran en el viaje las dos terceras partes.

El gobierno se propone autorizar á la compañía Trasatlántica para que flete cuantos barcos crea necesarios para ayudar la repatriación, con tal que naveguen con bandera española.

Con esta medida se facilitará tanto la repatriación, que podrá hacerse en poco tiempo.

La correspondencia de España 21/08/1898

 

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats X

De Santiago

(nuestro corresponsal particular)

Nueva York 16,5 t.

Un despacho de Santiago dice que el estado de las tropas españolas es en extremo aflictivo á causa de las epidemias.

La mortalidad es tan grande en el campamento español, que no habiendo manera posible de enterrar á los muertos, se hacen montones de cadáveres que se rocían con petróleo para quemarlos.

La correspondencia de España 17/08/1898

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats IX

Contra la fiebre amarilla

Disposiciones del ministerio de la Guerra

La Gaceta publica una real orden encaminada a evitar la propagación de la fiebre amarilla en la Península, por remota que sea su posibilidad.

Con este objeto se dictan las disposiciones siguientes:

1.ª Por los capitanes generales de las regiones en que radican los puertos á que arriben las expediciones de los individuos procedentes del ejército de la isla de Cuba se dará cuenta detallada y expresiva á los de las demás regiones é islas adyacentes de los puntos ó lugares para donde se les haya expedido pasaporte á los referidos individuos.

2.ª Los capitanes generales tan pronto como tengan noticia de los puntos a que vayan á residir los individuos repatriados, darán conocimiento á los gobernadores civiles …. …á los alcaldes de los pueblos correspondientes á fin de que sean vigilados y ordenen la asistencia oportuna y absoluto aislamiento de aquellos que fueron invadidos por la enfermedad de referencia o presentaren síntomas que indujeren á sospechar dicho padecimiento.

3.ª Dichas autoridades militares de las regiones interesaran á los gobernadores civiles de las provincias para la inserción de esta real orden en los Boletines oficiales de las mismas á fin de que tenga la mayor publicidad posible.

Nuestros lazaretos.

El Faro de Vigo, después de dar cuanta de algunos preparativos hechos por las autoridades para proporcionar albergue á los soldados de Santiago de Cuba, próximos á llegar á dicha población, publica al siguiente párrafo:

«Según nuestras noticias, no se han recibido en el gobierno civil de la provincia las órdenes solicitadas con urgencia del ministerio de la Gobernación para verificar en el lazareto de San Simón las obras que son indispensables á fin de albergar en los edificios de aquel establecimiento, al abrigo del viento y la lluvia, las fuerzas repatriadas que hayan de sufrir cuarentena.

Es de todo punto lamentable esa indolencia ministerial, á consecuencia de la que muy bien pudiera suceder que á la llegada de las tropas no se hubiese hecho ninguna da las obras necesarias y que se viesen los infelices soldados en la precisión de alojarse casi á la intemperie al regresar á madre patria.

Sería muy conveniente que el señor ministro de la Gobernación diese con la mayor rapidez las órdenes que se esperan.»

La correspondencia de España 15/08/1898

 

Guerra hispano-estatunidenca. Testimonis i repatriats VIII

Los restos de Colón.

Por conducto del diputado á Cortes por Granada, excelentísimo señor conde de las Infantas, ex director de la Económica, ha remitido esto real sociedad al Sr. Sagasta la exposición que dirige al gobierno pidiendo el traslado á España de los restos de Cristóbal Colón y su depósito definitivo, con el mausoleo que hoy los conserva en la catedral de la Habana en la capilla real de nuestra ciudad, cerca del sepulcro de los ínclitos Reyes Católicos, amparadores del insigne almirante.

Medidas sanitarias.

Por el Consejo de Sanidad se han publicado las siguientes instrucciones, relacionadas con las prácticas cuarentenarias á que han de ser sometidas las tropas repatriadas, medidas que en su mayor parte nuestros lectores conocen, por habérselas anticipado en otros números:

1.º Que todos los buques que trasporten dichas tropas lleven á bordo el personal facultativo suficiente de Sanidad militar para asistir la enfermería.

2.° Disponer prácticas de desinfección y llevar la estadística de mortalidad y morbosidad del pasaje, con determinación del diagnóstico, cuya estadística deberán presentar al director del lazareto.

3.º Que los individuos que lleguen en buen estado de salud, los heridos y los enfermos de padecimientos comunes, sean trasladados á buques ó pontones de nuestra marina de guerra ó de la mercante, y de no ser posible, á campamentos que por su altura, aislamiento ó especial situación y facilidad de medios de aprovisionamiento reunan las mejores condiciones, con el personal facultativo y auxiliar y el material necesario para que las operaciones de desinfección se hagan del modo más eficaz.

4.° Que los individuos enfermos de fiebre amarilla y los que ofrezcan sospecha de hallarse invadidos de esta enfermedad, ingresen en el lazareto sucio.

6.° Que los buques, después de trasbordar ó desocupar su pasaje, cumplan en el lazareto las prácticas de saneamiento prevenidas en las disposiciones vigentes durante cinco días.

7.º Que el pasaje y tripulación que se halle en buen estado de salud, sufra cuarentena durante cinco días, visitados frecuentemente por los facultativos municipales de las localidades respectivas, procediéndose con todo rigor de aislamiento y desinfección, si alguno presentase síntomas de fiebre amarilla.

La correspondencia de España 12/08/1898