Baixes a les guerres de Cuba II

Extracte del article d’ALFONSO LLANOS a La ilustracion Española y americana 15 de maig de 1895

Un batallón de 500 plazas que entra en campaña queda reducido, antes de batirse, á 340 hombres para hacer fuego. Sus bajas naturales son las siguientes: músicos, tambores y cornetas, educandos, asistentes, ordenanzas, enfermos, cuarteleros, guardias de prevención, rebajados, camilleros, médico y capellán, y jefes y oficiales que se baten, pero no con fusil.

Cuando este batallón de plazas, en revista y 340 fusiles en campo de batalla procede de Europa y tiene que ir á Cuba, desde que sale de las costas de España hasta que llega al teatro de la guerra va dejando hombres por el camino. La navegación produce bajas: algunas veces el 7 por 100. El cambio de clima y el de alimentación envían también gente al hospital: y antes de romper el fuego, antes de padecer ninguna enfermedad endémica, el batallón pierde temporalmente del 15 al 20 por 100 de sus individuos. Redúcense, pues, á 280 fusiles los 340. En dos meses de campaña, el calor, la humedad, las lluvias torrenciales, las marchas y contramarchas rápidas, el relente y los frutos del país, merman la fuerza del batallón en un 30 por 100, y los 280 fusiles, ya no son más que 196. De suerte que, sin haber intervenido aún el plomo enemigo, ni el vòmito, ni el pasmo, el batallón de 500 plazas, á duras penas, suman 200 para batirse. Este cálculo no es de los más desfavorables; ya se han visto batallones enteros que, sin tener ni un hombre muerto, sólo reunían tres ó cuatro para pelear.

E1 clima y el terreno escogen sus victimas, y hecha rápida selección entre los fuertes, cada unidad de 500 soldados se convierte en un pelotón de 50 o 100 guerrilleros, admirables no menos por su resistencia que por su bizarría.”

BNE. La ilustracion Española y americana

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