Guerra hispano-estatunidenca. Batalla de Santiago de Cuba IX

El bombardeo de Santiago de Cuba

(de nuestros corresponsales particulares)

Londres 13, 8’50 m.

Un despacho de Siboney anuncia que los refugiados de Santiago sufren horrible miseria, hambre terrible y todo género de enfermedades.

En el campamento norteamericano hay 2.000 enfermos.

Los yankees han pegado fuego á todas las casas de Siboney para evitar las epidemias.

Reyer.

Nueva York 13, 7’30 m.

Según los últimos partes recibidos en Washington, Shaffter ha rodeado completamente á Santiago para cortar en absoluto la retirada á los españoles.

Los americanos avanzan lentamente y con grandes precauciones hacia la plaza.

En unas de las trincheras abandonadas por los españoles, encontraron los norteamerícanos, al acercarse con grandes precauciones, gran cantidad de fusiles de madera colocados apuntando, como si tras de cada uno hubiese un soldado para engañar al enemigo.

En Washington, por las noticias del teatro de la guerra, hay la firme creencia de que los españoles en Santiago han agotado casi por completo sus municiones.

Shaffter dice que en estos dos días de bombardeo, los españoles no respondieron al fuego violento y continuo de la artillería americana, sino con un débil fuego de fusilería.

El departamento de la Guerra espera de un momento á otro recibir la noticia de que la plaza ha capitulada ».

Azor.

Londres 13, lO m.

Según despachos de Siboney, Santiago de Cuba ha sido incendiado por cuatro puntos distintos por los proyectiles de los yankees.

A la nueva intimación de Shaffter ha contestado Toral que su deber era resistir mientras no le ordenen otra cosa sus jefes superiores.

Azor.

El vómito.

Nueva York 13,2 t.

El Journal recibe de Washington un despacho asegurando que los médicos militares temen que de un momento á otro se declare una terrible epidemia de vómito entre las tropas americanas que asedian á Santiago.

De los dos mil y pico de enfermos que hay en las ambulancias son muchos los que padecen fiebres, que, aunque no muy altas, presentan tendencias á tomar el carácter maligno.

Los médicos opinan que es urgente hacer rigurosas recomendaciones á las tropas para que eviten todo aquello que predispone ó produce la fiebre.

Declaran también que vale más arriesgar la vida de algunos centenares de hombres en el asalto inmediato de la plaza, que exponer al ejército entero y al país á una epidemia qua sería terriblemente mortífera.

A consecuencia de haberse declarado el vómito en Guantánamo y la Caimanera, se ha establecido la cuarentena para las procedencias de dichos campamentos, según telegrafian de Playa del Este.

Azor.

La correspondencia de España 14/07/1898

 

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